Capítulo I: Primer contacto

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En un frio bósque en las montañas, la nieve cubria los pinos de pies a cabeza, habia abismos en las montañas que parecian infinitos, oscuros y mortales, la naturaleza era agresíva, el ambiente era tétrico y denso a la vez que solitario y obviamente frio, a eso se le súma los aullídos de los lobos que erizaban la piel de cualquiera que se hallaba por ahí.
A cualquiera, menos a Mónica, Ella ya estaba acostumbrada a ese escenario "terrorifico", Ella vivía en una cabaña solitaria por el bósque, Hecha con madera de pinos, Mónica se alimentaba de lo que cazaba, y luego le gustába sentarse en su cama al lado de su chimenéa, mientras tomaba un té bien caliente para aliviar el insoportable frio.

Ella era una mujer de unos 37 años de edad, con pelos negros terminádos en rulos, y unos ojos profundos de color verde, Se acostumbró a vivir sola, nunca tuvo compañia alguna excepto su esposo el cual murió hace 7 años, ahora era una mujer solitaria, luchando todos los dias por sobrevivir.

Hásta que un día mientras iba por esos bósques en un día nublado como todos, ve algo raro tirado en lo que parecia una zanja ancha y de baja profundidad, que pareceria desapercibido ante los ojos de cualquiera, pero Mónica sabia identificar las cosas muy bien en su terreno, cuando se acerca ve nada mas y nada menos que ún perro... Ún perro blanco, con sangre en el pecho, estaba vivo, pero muy lastimado, cansado y se veía que tenia hambre, tal vez se peléo con ún lobo macho, Mónica le cúra con unas hierbas medicinales de la zona, y piensa que seria buena idea llevarlo a su casa, aunque sea por unos días hásta que se recupére y de paso seria bueno tener una compañia en casa.

Mientras lo llevaba en un trinéo al perro, nota que se le queda viendo fijamente a los ojos, no era normal, una sensación extraña recorre el cuerpo de Mónica en ese momento, se empieza a sentír mareada como si el animal tuviera un poder mental sobre ella, pero al cabo de un rato se le pasa.

Llega a su casa y le dá de comer, estaba muy débil, asi que decide prepararle una cama al lado de la suya para que duerma, pero cuándo lo acuesta ve algo que hasta el momento no había notado en el cuello del animal.

El perro blancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora