Se oyen las sirenas de la patruya de policía.
- Vienen por ti - le dije
Solto una carcajada - ¿Qué abra pasado?
- Esque todas las noches, la patruya da un recorrido, por la colonia.Escucho que Jace baja las escaleras corriendo
-Voy a salir - grito para que yo escuchara, hasta mi cuarto.
- ¿A dónde vas?
- A un lugar - respondio, no lo estaba mirando, pero por el sonido de su voz podia asegurar que estaba sonriendo.
- A mi no me haces estupida, tu y yo sabemos perfectamente que vas a la casa de daniela.
- Hermanita, eres un poco pesada - sonreí - deje tu regalo en la mesa.
Unos segundos despues se escuchó que se cerró la puerta.Baje las escaleras, para buscar mi obsequio, espero y sea algo que valga la pena los dos años que se fue.
En la mesa solo habia una caja de chocolates con palabras en otro idioma, me imagino que son de Irlanda.
Estaba una caja color rojo con un moño color dorado, intente abrirlo pero Jace le puso mucha cinta.
Fui a mi habitación por unas tijeras, abrí un cajón y me tope con una foto que nos tomamos Yahir y yoHay tan solo de pensar en el me pongo furiosa. Yo no suelo enojarme mucho y perdono fácilmente, pero que la persona que mas quieras no confia en ti y tiene que andarte siguiendo para estar seguro, de que no tienes le andas poniendo el cuerno, es una decepción, tome la foto entre mis manos y las tijeras, cerré el cajón y fui directo a abrir mi regaló, bueno primero puse la foto entré una libreta y luego fui por mi regalo.
Cuando baje las escaleras encontré a cierta persona sentada en el sillón, lo mire con cara de enojó y el hizo lo mismo, noté en sus ojos, algo de furia y desidi tranquilizarme un poquito por que una pelea entre dos personas enojadas no creo que tenga un bonito final.
- Ahora si me vas a explicar, lo que hiciste en el aeropuerto - Rompio el silencio.
- El que debe darme un explicación eres tú - no pude controlarme y me enojé bastante, por que el quería controlar todo - Crees que puedes venir a mi casa y reclamarme - le grite.El se calmo un poco
- Lo siento, linda - dijo con la cabeza agachada.
- No me digas linda - le grité, el se puso de pie y se acercó hasta donde yo estaba y me abrazo, yo lo empuje - Sueltame.
Perdió la mirada
- Tu eres la que esta enojada, por que crees qué yo traicione tu confianza, y que sorpresa me encontré, que estabas abrazando a tu amante, - elevo la voz - ahora entró a tu casa y veo los regalos que te da.Me llene de irá.
- Sabes que salte de mi casa - dije mientras lo empujaba hacía la puerta - Salte, no quiero verte - le grité, le abrí la puerta y se fue.Ay Díos, sigo sin creer que el piense que yo le pondria el cuerno con alguien mas, subí las escaleras bien enojada.
Al día siguiente desidi ir a correr un rato para despejar mi mente, le di de comer a mi perrita que por cierto ya esta bien grande, ahora no saldre con ella.
Salí y desidi ir al bosque por que hay nunca hay gente.Iva corriendo, tenía bastante coraje queria golpear un árbol, necesitaba sacar mi enojo.
Desidi parar para poder tomar un poco de agua, estuve descansado por un momento, me recargué en un tronco de arbol, volteó y estaba un señor, con cabello castaño, no muy alto, con pantalon de mezclilla y una camiseta color cafe, a lo lejos mirándome fijamente, me puse nerviosa, tomé un poco mas de agua, volte a mirar de nuevo y hay estaba caminando hacía mi, tome una desición rápida y empeze a correr lo mas rapido posible, corría y corría, no podía parar de hacerlo, alguien venía siguiendome sin razon alguna.
Volte y hay estaba el iba corriendo detras de mí, queriendome alcanzar, estaba muy asustada, no podía parar de correr, me dolia mucho el pecho por falta de aire.
Las ganas de voltear hacía atras para ver si seguía detras de mi eran enormes, pero si me detengo no tendre escapatoria y no debo dejarme alcanzar.
Todo estaba muy sólo, no podía pedir ayuda, corría por el bosque pero ya no sabía por donde iva, reconocia el camino pero no sabía por donde ir, estaba muy nerviosa, tenía los ojos llorosos.
Podía escuchar sus pasos detras de mi, como sus pies pisaban algunas hojas y ramas secas.
Corrí lo mas rápido posible, recorde que por aquí estaba la cabaña de Yahir y mía, mientras corría metí mi mano en el pans para tomar las llaves, estaba buscando la dirección, después de unos instantes vi el camino hacía la cabaña, corrí más rápido ya no podía mas, sentía que en cualquier momento me iva a tropezar y me alcanzaria ese loco, me acerqué, mientras estaba corriendo iva buscando la llave y rapidamente la metí en la perilla, entré y cerré la puerta con candado, rapidamente revise que todas las puertas y ventanas estuvieran cerradas, me senté en el sillón, no podía respirar bien, estaba muy agitada, se me salieron unas cuantas lágrimas.
Fue cuando me di cuenta que el señor que venia siguiendome era el remitente de la carta, esa que llegó hace tiempo, revise el celular pero no tenía señal, por lo que tenía que esperar.
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Admite que te gusto preciosa
RomanceEsta historia no tiene un final bonito, mucho menos feliz. El amor te rompera el corazon una y otra vez, solo quedaran atados algunos recuerdos que jamas olvidaras. Las personas que mas amas pueden ser las que mas te lastiman. - Te amo y te amare ha...