Ese día me abriste la puerta y ahí recién me di cuenta de que todo lo que estaba pasando no era un sueño, era real, éramos reales y ambas nos necesitábamos.
Pasamos la tarde abrazadas, parecía que nuestros cuerpos siempre encontraban la forma de encajar y hacerme pensar que pasaría todos los días así, sin hacer nada, solo acostada contigo, pegadas cómo una sola. No sé bien cómo empezó todo, solo sé que habíamos puesto música y te besé por encima para ver tu reacción. Luego fue beso tras beso, piel con piel. Estar encima tuyo y verte con los ojos cerrados ahí, disfrutando a más no poder de mis labios, fue lo mejor. Todas las veces que había deseado besarte las estaba cumpliendo en esos momentos y se sentía jodidamente bien.
Nunca podré olvidar ese sonido de placer que hiciste cuándo me moví y me sentiste, fue cómo música para mis oídos.
Y cuándo tuvimos que parar le dijiste "adiós" a la parte de mí que estaba enamorada de ti.
Te dejé ir.
Por fin, te liberé.
Con eso había cerrado ese capítulo para nunca más abrirlo.
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Mariposas que llevan canciones en las alas.
Teen FictionUn día te mostré una canción que me recordaba a ti, pero cariño, no era la única. A lo largo de nuestra historia fui añadiendo canciones a una playlist titulada "Ella" (tu nombre) que ahora que todo ha terminado, he vuelto a escuchar y he revivido s...