Al parecer se me ha vuelto costumbre venir a casa de mi amigo después del colegio, aunque bueno siempre lo he hecho pero esta vez otra razón muy diferente me hace estar ahora parado en su pasillo. Si, Taehyung.
Hoy no lo he visto y aunque suene como un demente le empiezo a extrañar, mi amigo nisiquiera se preocupa en detenernos cuando comenzamos a pelear, solo hace caso omiso mientras disfruta del gran espectáculo que damos los dos.
Ya que Jimin tardaba me senté en la pequeña barra undiendo mi cabeza entre los brazos acariciándome la nuca, oí a lo lejos algunos paso más permanecí así.
Ya casi..-dijo el pelinaranja-
Me obligue a alzar la mirada, el se encontraba al otro lado de la barra con un pequeño espejo en una de sus manos debido a que terminaba de delinear un poco sus ojos. Hacia algunas caras extrañas que a mí me daban mucha gracia pero no dije nada porque sabía bien que mi querido amigo hoy estaba de malas y al menor enojo no iría conmigo, todo podía pasar menos eso. Así que decidí no tomar el riesgo, solo asentí.
Otros pasos se hicieron presentes, automáticamente mi corazón comenzó a latir más rápido de lo normal. Traté de mantenerme lo más tranquilo posible pero casi me da algo cuando el castaño paso tras su primo con solo un pantalón de pijama puesto para abrir el refrigerador y sacar de este una botella de agua, abriéndola despues para beber de ella. Podía ver perfectamente esa piel dorada, su pecho y las entradas bajo su abdomen. Verlo así en esos momentos me daban ganas de hacerle de todo.
-Tae... Hazme favor de ponerte alguna playera-soltó el pelinaranja en tono serio viendo a través del espejo.
-Lo siento... No sabía que habían visitas-dijo Taehyung con una pequeña sonrisa hasta posar su ojos en mi a lo cual yo discretamente desvíe mi mirada a otro lado y saqué mi móvil para distraerme en el. Claramente sabía que estaba siendo observado por ambos, pero su manera de verme era diferente. Uno de ellos me miraba serio mientras el otro con algo de diversión. Después de tomar un poco más de su agua, Tae se dió vuelta y desapareció de mi vista.
-Hoseok... No- oí decir a mi amigo más como una advertencia.
-No que?-seguí concentrado en mi juego.
Sabía muy bien a qué se refería pero quería oírlo de su propia boca, quizá así entraría en razón o al menos eso es lo quería hacerme creer. No entendía porque se ponía así, bueno si, es su primo pero no es un bebé ya. Tal vez eran sus celos.
-Con él no. Hobi... El ya está comprometido con una chica- no me miró, secaba un poco su cabello mientras lo peinaba.
Si. Definitivamente sentí algo apuñarlarme mi lado izquierdo. Comprometido. Por extraño que parezca a pesar de sentirme algo triste me ha surgido más ganas de tenerlo solo para mí. Díganme masoquita, no me daría por vencido sin antes siquiera intentarlo.
-Es una familia adinerada y ya está hecho. No quiero que interfieras, creo que ya has pasado por bastante... No te quiero ver sufrir-susurro tomándome mi mano regalandome su tierna sonrisa de siempre.
Jimin tenía razón despues de todo lo sucedido el es el único que ahora tengo conmigo, no lo hecharia a perder por una tontería, sin embargo a mi parecer no era nada de eso. Sé que para un chico de 23 años ha sido suficiente el haber perdido a sus padres, que su familia le diese la espalda y lo haya culpado de aquella horrible tragedia. Ahora me encontraba en un gran dilema.
Era invierno y todas las calles eran cubiertas de nieve. Ese día el pequeño Hoseok había salido con sus papás al cine, si bien por ser el único hijo era algo consentido y berrinchudo, cualquier persona desearía tener un hijo de tan buen corazón como el.
Al salir de aquella plaza toda la familia entro al auto para dirigirse nuevamente a su casa. Gritos eran intercambiados por los padres de este. Cuál era la razón de su pelea? Hoseok. El niño permanecía en su asiento callado mientras les veía decir y decir.
-Solo es un niño!- grito la señora a su esposo-
-Por eso es así Soo, lo hemos consentido mucho!-dijo está vez el señor manejando al mismo tiempo.
-Tanto solo tiene seis años! Maldita sea, solo seis años!- la mujer grito con rabia volteandose un segundo a la parte trasera para regalarle una pequeña sonrisa a su hijo.
-No volveré a discutir sobre esto, ya está decidido!- bramó el Sr.Jung.
-Acaso mi opinión no cuenta!?-
En ese momento un trailer se estampó contra el coche, debido a que su padre no prestaba atención a la carretera. El auto se derrapó terminando de chocar contra unas rocas. Lo único que ese pequeño pudo ver fue a su madre estamparse contra el cristal y a su padre darse un gran golpe contra el volante, saliendo disparado por el parabrisas. Sangre escurría de sus cuerpos, pedazos de vidrios por todas partes, algunos clavados en el cuerpo de Hoseok. Se encontraba en shock. No sabía qué hacer, como actuar.
Cuando el vehículo dejo de moverse, Hoseok se acercó con gran dolor al cuerpo de su madre que yacía en el asiento delantero, está aún respiraba. Tomando su manos, la madre le acarició con la poca fuerza que le quedaba.
Mami, porfavor no me dejes-dijo entre sollozos el niño- Prometo que ya me portare bien-
No sabía que dolía más en esos momentos, su corazón o el rozar del cristal enterrado que cortaba más a fondo en sus extremidades.
-Todo estará bien mi pequeño Hobi-una pequeña sonrisa iluminó el rostro de la señora antes de que cerrara para siempre sus ojos.
Todo estará bien.
Todo estará bien.
Todo estará bien.
Aquella voz retumbaba en su cabeza como una muy triste melodía.
-Estás bien!?-dijo el pelinaranja en casi un grito tomándome de los hombros.
Me hizo salir de mi ensoñación y aún algo aturdido lleve las manos a mi rostro, mis mejillas se encontraban húmedas. Estaba llorando, en que momento?. Con las mangas de mi holgado suéter comence a limpiar mis lágrimas intentando respirar mejor para controlarme.
-Lamento haberte hecho recordar..-susurro mirándome con los ojos cristalinos acercándose a mí y así envolverme con sus brazos en un cálido abrazo.
-No... No te preocupes, se que lo haces por mí bien-susurre acariciándole su sedoso cabello, ahora el lloraba.- Dejémonos de cosas tristes, es hora de ir a esa fiesta- lo aparte limpiandole su rostro ahora todo manchado debido al maquillaje corrido.
-Que te parece si... Pido pizza y vemos películas?-mi amigo sonrió. Le abrace una última vez, asintiendo.
Y así fue nuestra noche. Llena de algunas risas y bromas. Por un momento me transporte a cuando éramos unos niños de 9 años, siempre solíamos hacer esto.
Inconscientemente sonreí viendo a mi mejor amigo tan entretenido mirando la película.
Hay cosas que nunca cambian, pensé.
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Después de 17393063 años regreso para actualizar esta cosa!
Ya actualizaré más seguido, tranquisss xD
Espero les este agradando esta Wea, muehehehe :33
También me gustaría mucho que me lo hicieran saber. Siempre leo los comentarios así sea solo uno. Agradezco a las personitas que hacen eso & además se toman algo de su tiempo para leerme.
Gratziee gratziee (:Bueno... Que tengan excelente día!
Bye bye! ❤