Harry Potter ; one shots

T O M R I D D L E

Tom Riddle, el príncipe de las serpientes, el maestro de lo oscuro y el joven sin corazón; de esas maneras era etiquetado, nadie le quería y lo que se decía de el era completamente falso.
Voldemort nunca fue el mas querido por las chicas, ni siquiera había alguna que fuera capaz de  acercarse a el, jamás fue el líder nato que se sabía decir. Tom Riddle era el chico raro, del cual nadie sabía nada, eso sí, era tan bello e inteligente como un dios griego.

Y allí estaba, en pleno San Valentín mirando sin expresión alguna las parejas.
No sabía como explicar ese sentimiento en su pecho, el quería amar, había buscado maneras imposibles de poder hacerlo...pero nada funcionaba.

Entonces por su cabeza pasó el párrafo 13 de un libro de magia, donde explicaba la cura para los nacidos de la poción amortentia.
Se supone que la persona que este enamorado del afectado debe amarlo de tal modo que llegue a compensar la falta de amor con la sulla, osea que debe amar por los dos.
Pero le pareció patético, considerando que nadie le amaba.

Caminó por las calles nevadas de un pueblo cerca de Hogwarts y fue le vio, la hermosa cabellera pelirroja de la joven mas bella en todo el mundo mágico... Victorie Swetteham.

Ella su compañera de clase y la única chica en todo Hogwarts que ah hablado con el. Por eso mismo, cada vez que el le miraba sentía un inmenso dolor en su pecho que se sentía realmente bien.

Caminó a su dirección e inevitablemente acomodó su ropa, cabello y respiró hondo.
Se colocó detrás de ella y dijo — El día está...peculiarmente caliente ¿No lo crees?— Preguntó considerando que estaban en invierno pero hacia un calor extraño.

Ella volteó e inmediatamente sonrió, le indicó que tomara asiento y respondió —Eso es por los hechizos de clima que usa este pueblo, estuvo bien pensado.— Se acomodó el cabello y se quedó mirando a Tom por unos segundos —Dime...¿Por qué estas solo?

—¿Por qué no iba a estarlo? La pregunta aquí es porque tu no estas con nadie.

—Me gustan las chicas— Agregó levantando sensualmente una ceja, luego sonrió de lado y escuchó la respuesta de Tom.

—¿Así? Debí suponerlo, si que pareces de ese tipo...

—Umh Umh, claro... Hablando en serio, nadie me invitó, ya sabes...por lo de mis padres— Explicó mirando hacía otro lado.

—Supongo que todos son unos idiotas.— Dijo mientras apretaba sus labios.

Victorie volteó hacia los costados y preguntó algo emocionada —¿Quieres ir a otro lado? Se de un lugar cerca.

Tom lo pensó unos segundos y aceptó, ambos se levantaron y empezaron a caminar. Torie, porque le gustaba ser llamada así, no sacaba la vista de el, era tan hermoso - pensó.

Pero sabía que Riddle era diferente, porque el no era un chico normal, era tan puro como nadie puede ser y eso a ella le gustaba.

—Es aquí — Señaló  Torie mientras paraba en seco y miraba el lugar.
Allí, un bosque cubierto de nieve pero con arboles tan blanco como esta misma.
Ella se sentó en medio y llamó a Tom.

El tan pálido, con ojeras, cabello negro y ojos profundos, no coincidía con el lugar...pero ella, tan blanca, pelirroja, con pecas rosadas y ojos verde esmeralda, si que coincidían.

Ambos se sentaron en la nieve, no hacia frío por lo que ninguno temblaba, era un lugar hermoso.

— ¿No crees que este lugar es hermoso?— Preguntó conmovida por la naturaleza.

Victorie era una hermosa Slytherin, pero no lo parecía, no tenía las vibras de una serpiente...ella era una Ravenclaw de corazón.

—Si que es hermoso — Opinó Tom mirando la sonrisa de Torie y por un momento dudó en hacerlo, no quería que ella no le correspondiera, pero supo que sí cuando ella lo hizo.

Se acercó mas de lo debido y dijo — Como es que un chico tan...peculiarmente lindo e inteligente es repudiado por muchos...Yo creo que eres hermoso Tom, eres un humano hermoso.

Entonces sin previo aviso lo tomó de las mejillas y le besó, lo hizo tan tiernamente y de una forma tan dulce que parecía que besaba a la misma Afrodita.

Al separarse Tom sintió algo en su pecho...ya no era dolor, era amor...y del mejor.

— Eso es porque nadie entiende la perfección como tú... Porque aunque yo sea hermoso...tu eres perfecta.— Respondió sonriendo.