Amistad

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Llevaban bastantes horas de camino a Napoles, y en varias ocasiones Timoteo ya se había arrepentido de haberse escapado de la mansión y haberse subido a ese carro con aquel excéntrico trió.

T-. creo que esto va a ser mas difícil de lo que esperaba.-dijo el menor mientras veía el exterior por la ventana.

Al principio solo se le había hecho algo raro el actuar de Francesco pero al cabo de unas horas y unas cuantas peleas con algunos asesinos que querían pelear con ellos para quitarles sus puestos como los mejores ya lo tenía catalogado como un psicopata y pensaba en la posibilidad de que este tuviese la sangre de Jack el destripador en sus venas.

El realmente era el mas peligroso a su parecer, después de todo le habia tocado ver como su sonrisa juguetona cambiaba drasticamnete por la de un desquisiado y vio con sus propios ojos como acababa con todos lo hombre que le habian rodeado en cuestion de segundos.

Otro que a su parecer era un caso especial era Renato. Despues de un rato platicando con el ambos se habian hecho buenos amigos. Segun las propias palabras de este eso era algo nuevo para el, porque a parte del par de asesinos no suele convivir con nadie más, pero este le había dicho que eso no era una mala idea.

La amistad se había forjado en el transcurso del viaje entre pláticas, bromas a Francesco y castigos espartanos de Gerardo. Donde cabe mencionar ambos sufrían el mismo nivel de sufrimiento. Gerardo no tomaba en cuenta que el fuese un Vongola, el los trataría a todos por igual en ese viaje. Esa fue su condición y el había aceptado así que no le quedaba de otra más que aguantar.

En una de las paradas que habían tenido de camino a Nápoles en una ciudad llamada Messina, ellos habían decidido tomar un descanso puesto que faltaban 8 horas para que el siguiente te barco llegase para poder pasar el mar y seguir su viaje hacia la mansión de los Cavallone.

Gerardo se había ido por su propio lado, mientras que Francesco se fue a un bar para pasar el tiempo. Así ambos se habían quedado solos. Habían decidido salir a explorar el lugar, estaban en el embarcadero de Traguetti viendo los barcos arribar.

T- y... ¿que hacemos?.- preguntó Timoteo mientras se sentaba sobre un barril y se cruzaba de piernas.

Renato se sentó a su lados dejando su pies colgar mientras veían las olas del mar. - no se, solo queda esperar para seguir hasta Nápoles, no hay nada interesante que hacer.

Timoteo volteo ha verlo y de un brinco bajo para sentarse a su lado.- ¿puedo preguntarte algo Renato?. Bueno, si no te molesta.

El azabache lo vio de reojo y hizo un ademán con la mano para que hablara.- bueno, he teñido curiosidad desde que te conocí, eres alguien menor que yo, y aún así estás metido en un mundo como este donde el poder y el cinismo se desborda en los jefes y subordinados de las famiglias más corruptas de Italia. A como he visto...no parece que ellos sean tu familia como para que te haya pasado como a mí de nacer en este ambiente de luchas.

Renato lo volteó a ver para luego reírse un poco con amargura - jaja eres más observador de lo que creía. - dijo mientras hacía una mueca y el otro estaba por disculparse pero siguió hablando.- bueno, que puedo decirte...mi familia...según las personas de el agujero infernal(el orfanato donde vivió antes) ellos murieron en un accidente de carro y ninguno de mis tíos se quiso hacer cargo de mi, mi abuela si quiso pero no dejaron que me quedase con ella por qué ella estaba mayor y alegaban que era mejor que me fuera acostumbrando a estar hay.

Timoteo vio triste a su amigo y se sintió mal por haber preguntado.

Renato suspiró mientras volteaba a ver al cielo.- ella venía de visita todos lo días, me traía comida y algunas otras cosas para que me entretuviera, pero después de un tiempo dejó de venir...ella murió, pero al menos fue por la edad eso me dejó tranquilo.

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