Dos almas [TodoDeku - KatsuDeku]

II

///Antes que nada una aclaración con los nombres:  Izu y Deku son cada una de las personalidades. La madre de ambos le dice Izuku a ambas partes por ahora. Y cuando narro para referirme a ambas partes le digo Midoriya Izuku o simplemente Midoriya///

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Midoriya Izuku y su madre se encontraban en este momento en el hospital. A pesar de su emotiva reunión Inko -su madre- no había tardado mucho en darse cuenta del deplorable estado de su hijo.

Tenía el cabello largo y completamente sucio. En su bello rostro tenía moretones y cortes por doquier. 

Uno de sus brazos colgaba como si no pudiese moverlo y el otro brazo poseía tanta sangre que ni piel se veía. Estaba descalzo y tan sólo llevaba ropa increíblemente desaliñada, destrozada y ensuciada con más sangre.

—¡Por Dios Izuku! ¡¿Estás bien?! ¡Dios! ¡Obviamente no estás bien!

—Tranquila mamá, esto no es nada...

—¡¿Cómo que no es nada?! 

—Luego de un tiempo uno se acostumbra al dolor.

—¡Hay que llevarte al hospital! —Dijo sin tomarle importancia al comentario de Izu, o más bien, ni siquiera procesándolo ante la idea de su recién recuperado hijo estando lastimado— ¡Pero Dios santo! ¡¡Estás vivo!! ¿Esto no es un sueño?

Con un poco de la ayuda de Izu le dio un pequeño pellizco en el brazo de su madre.

—Esto no es un sueño mamá... Volví.

Lagrimas de felicidad recorrieron el rostro de la mujer, le hubiera encantado quedarse acurrucados y jamás volverse a separar en sus vidas, sin embargo aún su hijo estaba herido y eso fue más importante que seguir con su reencuentro.

Fue a su habitación y tomó el abrigo más grande y cálido que tenía para luego ponérselo por sobre los hombros del peli-verde. Ese abrigo le había costado más de un mes de sueldo, pero no lo pensó más de una vez para asegurarse que su hijo no pasara frío.

Luego de tomar dinero y su bolso, prácticamente obligó a su hijo a salir de su casa en dirección al hospital más cercano.

En el camino en taxi (que aunque costoso era rápido) Deku estaba que no cabía en su felicidad: ¡Su madre lo recordaba y si lo amaba! Todas sus anteriores preocupaciones desaparecieron en un instante, porque lo quería, por eso lo llevaba a urgencias, ¿cierto? ¿Por eso no soltaba su mano, cierto? Y lo miraba como si fuese el cielo y más.

Mientras tanto Izu... Bueno, él pensaba que aquella mujer no era su madre. Izu pensaba en ella como la madre de un hermano de otra madre, a la cual apreciaba superficialmente, básicamente, era la mujer que solo era importante porque era la Madre de Deku, más no la suya.

Nuevamente había un choque de opiniones entre ambos, aún así, a ninguno le importaba aquello.

Llegaron al hospital, su madre se adelantó para hablar con la mujer de la recepción. Midoriya Izuku en estos años había pasado por muchas cosas que le habían dejado tanto cosas malas como cosas buenas, y escuchar desde muy lejos, leyendo labios como apoyo, había sido una de las pocas cosas buenas.

—Discúlpeme, mi hijo esta muy herido... Necesita que lo atiendan urgente —había dicho su madre a la mujer que estaba atendiendo.

—Lo siento señora, recién hubo un villano que involucró a civiles, ahora estamos un poco saturados. Mire, rellene esto y después atenderemos a su hijo por orden de importancia con respecto a sus heridas.