Capítulo 2: Ángel

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Jinyoung

Después de haber completado mi carrera como un psicólogo prestigiado a los 20 años de edad, empecé a ejercer mi oficio en una de las compañías de médicos más importantes en el país. La oferta que me fué hecha hace unos días atrás, no lo esperaba...

Pensarán, ¿cómo alguien tan joven ya es un profesional?
La inteligencia que tengo me fué de gran ayuda. Logré acabar con mis estudios adelantado y por mi capacidad fui reconocido por una gran empresa.

En estos tres años trabajando para ellos había tratado con pocos pacientes, asuntos realmente graves, temas que... No debo contar.
Afortunadamente, logré rescatarlos de su profunda obscuridad, reconociendome así como el mejor.

Tengo algunas ojeras marcadas por quedarme hasta tarde en mi despacho, leyendo, pero es algo que me gusta hacer.











—¿Estás listo? —una voz rasposa resuena por todo el lugar en pleno silencio—

Automáticamente dejo de escribir y leer mis apuntes.

Pienso un segundo antes de responder.

—Veremos que puedo hacer, solo deseo ayudar en lo que pueda.

—Jinyoung, enserio te admiro. —camina para tomar asiento frente mío—
Este es un caso muy... delicado, tienes que ser discreto.

—Lo sé, he hablado con el señor Kim sobre esto. —respondí neutro—

—Será mejor que vayamos a casa, ¿no lo crees? —sonrió e hizo un ademán ladeando la cabeza—

—Claro. —sonreí—

Guardé la libreta junto con mi bolígrafo en el cajón bajo llave.
Apagué la pequeña lámpara, cerré las cortinas.











Mark me espera en la puerta, camino hasta él mientras me quito y dejo la bata en mi perchero de madera. Finalmente, cierro la puerta de mi consultorio.

Caminamos en silencio por el pasillo, pasando por la oficina de mi secretaria y las de mis colegas. Absolutamente todo está obscuro, sólo el poste que está en frente ilumina un poco el lugar; Eso es debido a que soy el último en irme de aquí.
Si no fuera por Jb, no saldría de aquí...

—Mark, Jb está en...

—Sí, dijo que regresará en unos días. Él me pidió que cuidase de tí. —dijo casi interrumpiendome con una sonrisa—

—Ya estoy grande, no tienen porque. —dije entre risas—

Salimos y una vez más, confirmo en dejar el lugar muy asegurado.
Subo al auto de mark, conduce hasta el apartamento que comparto con Jb. Por suerte, tenemos un cuarto para huéspedes donde él se queda puesto que Jb es muy minucioso con sus pertenencias.

Tranquilamente cenamos, consiste en un vaso de leche con galletas, algo de pan y fruta.

Dejo a mark limpiar el resto debido a su insistencia para encaminarme hacia una refrescante ducha.







Confieso que me siento nervioso porque ya mañana empiezo a trabajar con la familia Kim.

Me despojo de toda mi ropa dejando relajar todo mi cuerpo en la tina de agua caliente. Suelto un suspiro, cada vez me sumerjo más en esta.
Instantáneamente, recuerdo la conversación hace unas semanas atrás...


Joven Jinyoung, hay un hombre allá afuera que me exige hablar con usted, pero no es un paciente ni nada por el estilo... —habla preocupada mi secretaria, hace una pausa y luego vuelve a hablar— El magnate Kim quiere tratar con usted.

Reflejos: No eres tú, soy yo. (JinGyeom) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora