Capitulo 3:

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—Y bien, ¿Cómo te fue? —mark me mira entusiasmado desde el mueble café de la sala, sonrío y tomo asiento a su lado mientras doy un largo suspiro.—

—Diría que bien, mejor de lo que esperaba, a decir verdad. —esbozo una pequeña sonrisa, en automático recuerdo al chico de cabellos castaños durmiendo pacíficamente en la cama blanca.—

—Uh, Jinyoung, pareces perdido. —es cuando me doy cuenta que mark pasa sus manos por mi rostro. ¿Dijo algo que yo no logré escuchar?—

—Tonterías. —suelto un suspiro mientras me cruzo de brazos haciendo un gesto de desaprobación.— el chico es muy dulce en realidad, no lo sé mark. —estaba serio, él me miró con un gesto asustado.—

—¡Es la primera vez que dices no saber algo! —se acercó un poco más a mí.— ¿Te sientes bien?, ¿Acaso el trabajo te ha afectado demasiado? —bufé alejándome de él—

—Basta, no estoy para bromas. —asintió, ambos nos quedamos callados por unos largos minutos. La tensión se rompió cuando el ding dong del timbre sonó.—

—Yo iré. —habló un animado mark mientras iba por nuestra cena.—

De esta manera pasó la noche, charlamos de temas distintos mientras disfrutabamos nuestra cena.
Horas más tarde me encontraba en la cama leyendo mi libro favorito.

Por primera vez desde hace tiempo que no me concentraba en la lectura.
La imagen de aquél chico se encontraba en mi mente, sus facciones, su voz chillona y suave, los dulces sonrojos notorios, sus ojos miel.

¿Porque?, Esto sólo sucede cuando tengo emociones fuertes... Cómo cuando estaba por presentar un examen importante, o cuando me ofrecieron el trabajo que tengo ahora. No. Es más que eso...

En un abrir y cerrar de ojos ya es de mañana. Anoche me había quedado dormido de tanto pensar en el asunto.

Rumbo a casa de los Kim es a donde me dirijo ahora, no tardó mucho en llegar a tal lujosa mansión.
Su padre saluda con una cordial sonrisa cuando entro por la puerta.

Después de las largas escaleras ya estoy en la habitación del chico, éste mira el techo. Su hermano está con él.

—Buenos días doctor Jinyoung. —sonríe el castaño mayor, le devuelvo el gesto.—

—Buenos días Jackson, sólo...sólo dime Jinyoung. —él asiente no tarda en dejarnos solos, camino hasta yugyeom tomando asiento en el sofá blanco, tal como ayer.—

—Hola Jinyoung. —saluda yugyeom, no me mira, sus mejillas tienen un bonito rosa adornandolas.—

—Hola Yugyeom, ¿Has dormido bien? —se gira en mi dirección y niega, sus manos las está utilizando como almohada. La mirada que me brindan es algo insistente.— ¿Puedo saber la razón?

—Son las pesadillas, ya es rutinario para mí. —sus palabras salen suave, su mirada sigue fija en mí. Quiero preguntar sobre que, sin embargo las palabras no me salen.— es... Dónde siempre quedo abandonado porque...no me quieren. —susurra lo último aunque claramente logro escucharlo.—

—Yugyeom, las pesadillas son sólo eso, no se hacen realidad. —le afirmo con seguridad y él esboza una pequeña sonrisa, extrañamente eso me hace más que feliz.— Sabes yo siempre soñaba que sería un fracasado en la vida, en dónde habían niños, adultos y básicamente todos señalandome por ser...nadie. —reí al recordar mis temores de hace años.—

—¿Es verdad?, ¿Tenías miedo al fracaso? —me mira algo incrédulo y yo asiento.—

—Mucho. Era mi mayor temor, pero luego descubrí que en cada persona hay cosas sorprendentes. Nadie es un fracasado en realidad, son sólo temores que hay que sobrellevar. —él sonríe un poco más por lo que yo hago lo mismo.—

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⏰ Última actualización: Jan 25, 2018 ⏰

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Reflejos: No eres tú, soy yo. (JinGyeom) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora