Capítulo 6

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Habían pasado varios meses desde la partida de su madre, Lauren ya no era la misma niña sonriente que solía ser, sentía un gran vacío que era difícil de llevar pues extrañaba a su mamá en su vida diaria, extrañaba su sonrisa al darle los buenos días, sus palabras en el desayuno, sus abrazos, sus besos de buenas noches al final de cada cuento, ella se sentía sola pues a los días después de su madre fallecer su padre se cambió de casa, y la pequeña quedaba sola cuando el salía a trabajar, casi no lo veía pues cuando el volvía ella estaba dormida o eso creía el.

Lauren siempre notaba que su papá llegaba ebrio a casa, ella solo se encerraba en su habitación para platicar con su mamá y pedirle por la salud de su papá.

Erick ya no quería saber nada de la niña, para el la promesa que le hizo a su esposa ya no tenía valor, pues ella ya no estaba y la niña no era biológicamente su hija.
Se encargaba de dejarle de comer pero no le importaba si ella estaba enferma, si se sentía sola ni nada.

Por otro lado Lauren extrañaba mucho a su amiguita Camila, tenía muchos meses de no verla, y aunque le lloro a su papá para que no se mudaran el no le hizo caso, ni siquiera les dejo su dirección a los Cabello puesto que el no quería saber nada sobre su pasado.

El tiempo pasaba y la niña iba en crecimiento, crecimiento en el cual Erick no estaba interesado.
Quería tener a la niña lo más lejos posible de él, por eso decidió ponerla en un internado.

Internado en el cual la niña cursaría toda su primaria y secundaria educativa y saldría al tener 15 años, la niña lloró y le suplico a su papá que no la abandonará en aquel internado, pues no era un lugar muy bonito para vivir, Erick no le hizo caso y dejó a Lauren en aquel lugar le aseguro que la cuidarían mejor, que lo que el lo haría.

No había noche o día en el que Lauren no llorara por salir de aquel lugar, las encargadas del internado la golpeaban cada vez que lloraba, o la dejaban sin cenar, la niña le pedía a su mamá cada noche que la ayudara a salir de ahí, siempre pensando en la amiga que no veía desde hace un año, no se olvidaba de Camila y aun conservaba la esperanza de volver a verla algún día.

3 años después...

Había pasado ya varios años desde que su papá la llevó a ese internado y en ese tiempo no supo de él, ya se había acostumbrado a los malos tratos de algunas maestras ya que le decían que era una "Huérfana bastarda" y que su papá la había llevado ahí solo para librarse de ella.

Lauren no les creía, pero no entendía porque su papá la llevó a ese lugar por tanto tiempo y no le hacía ninguna visita, la niña siempre pensó que el estaba muy ocupado en su trabajo, y que quizás por eso no iba a visitarla, entendía que estar en ese lugar era por su propio bien, para una educación mejor, pero no entendía porque la trataban de menos a ella y no a los otros chicos.

Y como en todas las noches desde la muerte de su mamá fue hasta su habitación hablar con ella.

- Lauren:  Hola Mami, hoy es mi cumpleaños 9, pedí aquí en el internado que me hicieran un pastel, pero una de las maestras me castigo por exigir, y solo logre quedarme sin cenar, Mami aquí hay niños muy buenos, y a ellos se les trata mejor que a mi, supongo que a de ser porque tienen dinero y yo no, mami no entiendo porque mi papi no ha venido a verme, hace 4 años desde que te fuiste que los extraño tanto, al menos el esta aquí vivo, pero parece que no, el se olvido de mi, ya no tengo mi desayuno especial en este día, mis últimos 4 cumpleaños han sido terribles, pero no más que cuando cumplí 5, fue en ese día donde supiste que tenias cáncer, sabes no me enoja el hecho de que no me festejen, pues odio este día porque tú ya no estás más, mami quisiera saber de Camila, tengo cuatro años de no ver a esa pequeña de ojos marrones, si no me equivoco ella a de tener 11 años ahora, y a de seguir bonita como lo era.
Mami espero y la estés cuidando a ella, al señor y a la señora Cabello, también espero que cuidés a mi papá y por favor mami, dilé que venga a verme, ya no quiero estar aquí. - Dijo la niña entre sollozos y quedándose dormida entre lágrimas. -

Al día siguiente se despertó recordando la platica que tuvo con su madre la noche anterior, recordó nuevamente a su amiga y una sonrisa triste apareció en su rostro, de verdad quería volver a saber de ella.
Al ver su reloj de mesa se dio cuenta que ya era demasiado tarde y tenía que arreglarse para sus clases, a esta hora ya había perdido la oportunidad de desayunar, sin duda tenía mala suerte pensó, pues no ceno la noche anterior y hoy no desayunaría, se arreglo rápidamente y fue a sus clases.

La mañana paso normalmente tranquila, ya era hora del almuerzo y corrió al comedor, al hacerlo tropezó con un niño y cayeron al suelo, el niño era de piel blanca, ojos cafes, y algo gordito, le pareció a dorable a la ojiverde.

Lauren: Hola, lo siento. - Dijo tendiendo la mano para ayudar a ponerlo de pie. -

Desconocido: Ho.. Hola, des.. Descuida, gracias. - Dijo sonriendole y tomando su mano-

Lauren: De nada, estas bien? - Pregunto preocupada la niña-

Desconocido: -Si, estoy bien. -Dijo sonriente el pequeño-

Lauren: Me Llamo Lauren, Lauren Morgado, y tú? -Preguntó la ojiverde-

Desconocido: Mucho gusto, me llamó Christopher Jauregui, mucho gusto. -Dijo saludandola-

Lauren: Mucho gusto - Dijo algo extrañada por el apellido del pequeño, ya que era igual al de ella-

Christopher: Me puedes decir Chris, mi nombre es muy largo. - Dijo riendo-

Lauren: Bueno Chris, cuantos años tienes? - Pregunto con una risita-

Chris: Tengo 7 y tú? - Pregunto el pequeño-

Lauren: Wow pareces muy maduro, tengo 9. - Dijo la niña sorprendida-

Chris: Lo mismo digo de ti, bueno me gustaría seguir platicando pero tengo que ir por el almuerzo mio y de mi pequeña hermana. -Dijo el niño despidiéndose-

Lauren: Si claro, cierto. Vamos también voy por el mío, así conozco a tú hermana. -Ofreció la ojiverde sonriendo-

Los dos pequeños fueron a recoger sus almuerzos y se acercaron a una pequeña meza más cómodas que las demás ahí se encontraba una pequeña niña.

Desconocida: Hola Chlish, quien es ella? -Preguntó apuntándole a la ojiverde-

Chris: Te dije que no señales, es una amiga, se llama Lauren, Lauren ella es mi pequeña hermana Taylor, tiene 5 años. -Dijo el pequeño sonriendo-

Lauren: Mucho gusto pequeña, eres muy bonita. -Dijo sonriendole-

Taylor: Puedes llamalme Tay, tus ojos son helmosos. -Dijo la pequeña asombrada por los ojos de la niña mayor-

Lauren: Gracias Tay. -Dijo sonriendole-

Los tres pequeños estaban disfrutando de su almuerzo y platicando hasta que una maestra se acercó a ellos.

Maestra: Morgado, no molestes a los jovencitos Jauregui, ve a otra mesa. -Dijo en tono de molestia-

Chris: Ella no nos molesta, es nuestra amiga. - Dijo el niño-

Tay: Ella puede sentalse con nosotlos todos los días. -Dijo la niña decidida-

Maestra: Pero ella no puede, es diferente a ustedes señorita. -Dijo la maestra irritada-

Chris: Yo veo que es igual, a papá no le molestara. - Dijo el niño algo molesto-

Lauren: Yo, puedo irme, no quiero causar problemas. -Dijo Lauren viendo con terror a la maestra-

Chris: No, te quedas, maestra es necesario que llame a papá para esto? -Pregunto el niño-

Maestra: No, no es necesario, provecho. -Bufo irritada y se retiro-

Lauren: Gracias, y sigo pensando, eres muy maduro para tú edad. -Sonrio-

Chris: De nada, de ahora en adelante serás nuestra amiga y te sentarás con nosotros, cuido a mi hermana mucho creo que eso me hace serlo. -Sonrio-

Tay: Chlish es muy soble...soble  Sobleploteltol, lo dije. -Aplaudió la niña de felicidad- Ahola eles como nuestla helmana mayol. - Sonrio-

Chris y Lauren soltaron en risas y ella agradeció a los hermanos Jauregui por el buen almuerzo que tuvo, hace mucho no reía de esa manera, se sentía feliz pues aquella niña la había llamado hermana, y parecía gracioso ya que tenían el mismo apellido, si no supiera que su mamá no tuvo más hijos con su papá pensaría que de verdad lo eran.
Pero como en el mundo, habían muchos apellidos iguales, supuso que solo era una casualidad.






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