Capítulo 8

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Camila Cabello

Desde que la mamá de Lauren muriera la vida de Camila había cambiado, días después del entierro de la mujer Erick decidió mudarse llevándose a la pequeña de ojos esmeralda, para Camila fue difícil ya que ni tiempo de despedirse tuvieron, extrañaba cada día a la pequeña, hasta el día de hoy aun lloraba su ausencia, los Cabello no se mudaron pues tenían la esperanza de que Erick volviera con la pequeña, habían pasado 7 años de los cuales no sabían nada de ellos, Camila ya tenía 15 años, se había convertido en una señorita muy guapa, piel no tan morena, cabello castaño, ojos marrones los cuales la ojiverde  admiraba tanto.

Había terminado su primaria, iba por su último año en la secundaria, estaba un año atrasada en su educación, después que alejaron a la ojiverde de ella se deprimió tanto que decidió no volver a la escuela, hasta el siguiente año.

Su vida en la escuela no era tan bonita como lo hacía ver, sufría de bullying constantemente, de niñas mayores que ella burlándose de su físico, niños que la menospreciaban por su apariencia, en la escuela no se vestía muy femenina por eso era víctima de malos comentarios.

Le gustaba usar camisas algo flojas, de cuadros, o suéter, vaqueros, gorras, nunca en su escuela la habían visto femenina, por eso la molestaban.

Camila sabía que si la pequeña ojiverde hubiera estado con ella sería diferente, nadie la molestaría y sin duda a ella no le importaría lo que la gente pensara, pues la única opinión que realmente le interesaba era la de esa hermosa niña de ojos c...

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Camila sabía que si la pequeña ojiverde hubiera estado con ella sería diferente, nadie la molestaría y sin duda a ella no le importaría lo que la gente pensara, pues la única opinión que realmente le interesaba era la de esa hermosa niña de ojos color esmeralda, se preguntaba que era de ella, si estaba bien, si era feliz, si la recordaba como ella lo hacía, se preguntaba si aún recordaba su promesa de estar siempre juntas, cada vez que pensaba en eso Camila se sentía mal, pues sentía que le había fallado a la pequeña niña que la necesito en ese entonces, ya que la había dejado sola, tenía tanto deseo que Lauren conociera a su pequeña hermanita, que viera lo feliz y unida que estaba su familia, familia a la cual ella pertenecía, tenía tanto deseo de ver a la niña nuevamente.

Sinuhe: En que piensas hija? - Pregunto la mujer recostada en la puerta de su habitación -

Camila: Mamá, me asustaste. - Dijo Camila volteando a ver a su madre -

Sinuhe: Como no voy asustarte, estas tan concentrada en tus pensamientos que no notaste mi llegada. - Dijo la mujer sentándose en la cama de su hija -

Camila: Perdón mamá, estaba pensando en Lauren. - Dijo la joven cabizbaja -

Sinuhe: Lo supuse, siempre desapareces de este mundo cuando piensas en ella. - Dijo la mujer sonriendo -

Camila: La extraño mamá, me pregunto que fue de su vida, será feliz como yo lo soy? Erick habrá cuidado de ella como se lo prometió a la señora Clara? - Pregunto ella, con una sonrisa triste -

Sinuhe: Esperemos que si hija, Erick quería mucho a Lauren, siempre lo demostró estando Clara aún con vida. - Dijo la mujer abrazando a su hija - También extraño a esa pequeña, le prometí a su madre que la cuidaría y le falle, la dejamos a su suerte, y aunque la hemos buscado no la hemos encontrado.

Camila: Mamá quisiera volver a verla, ese fue mi deseo de cumpleaños, volver a ver sus ojos color esmeralda, le prometí que estaría con ella y también le falle. - Dijo con la voz entrecortada -

Alejandro: Ninguno de nosotros le fallo, su padre se la llevó, la buscamos y no la encontramos, pero de algo si estoy seguro mis amores, si volvemos a verla la ayudaremos y cumpliremos esa promesa. - Dijo el hombre entrando a la habitación -

Camila: Papá, crees que volvamos a verla? - Pregunto Camila -

Alejandro: No hay que perder la esperanza. - Dijo dándole un beso en la frente a su hija - Ahora a cenar, tú mamá vino avisarte, pero veo que se entretuvo, Sofí nos está esperando. - Dijo sonriendo -

Camila: Si claro vamos. - Dijo sonriendo y limpiándose las lágrimas - Perdón, recordar a Lauren me pone sentimental. - Dijo bajando la mirada -

Alejandro: Mi amor, no tienes que pedir perdón cuando demuestras tus sentimientos. - Dijo sonriendo -

Sinuhe: Sabemos cuan importante era para ti Lauren, se crecieron juntas hasta tus 7 años, fue tú amiga de infancia. - Dijo sonriendole a su hija -

Camila: Siempre será mi amiga, gracias mamá y papá, por siempre saber que decir. - Dijo abrazándolos -

Alejandro y Sinuhe: Siempre estaremos para ustedes, nuestras pequeñas hijas. - Dijeron abrazándola -

Sofi: Ablazo familial y no invitan. - Dijo la pequeña cruzando los brazitos con una carita molesta -

Camila: Ven pequeña. - Dijo abrazándola -

Se dieron un gran abrazado los 4 y bajaron a cenar.
Y al otro lado de la ciudad una jovencita ojiverde buscaba la manera de como alimentarse y alimentar a la señora que cada día podía menos con ella misma.

Lauren aveces pedía ayuda a mujeres en la calle, ella pensaba que era mejor pedirle a señoras y no a los hombres, ya que algunos se aprovecharían de eso, también se llevaba en las afueras de los supermercados ayudándoles a las personas que salían de ahí con bolsas, para ganarse algo de propina, con ello se compraba dos emparedados y dos cafés, uno para ella y uno para la señora que la ha cuidado desde que llegó al pequeño refugio.

Lauren: Tenga, le traje esto para que coma. - Dijo la ojiverde -

Señora: Gracias corazón, eres un ángel. - Dijo la señora sonriendo -

Lauren: Mi mamá también me decía eso. - Dijo con una sonrisa triste -

Señora: Pues ella a de estar orgullosa de ti, porque andas en la calle pero no haces cosas malas, al contrario hasta tratas de ganarte la comida con trabajo. - Dijo la mujer mayor con una sonrisa -

Lauren: Mamá siempre decía que si costaba trabajo conseguir algo se disfrutaba y se apreciaba mejor, que nunca debía dejarme llevar por lo más fácil, por eso mejor decidí ir a trabajar afuera del supermercado. - Dijo sonriendo - No me va tan mal con las propinas. - Dijo alzando las cejas -

Señora: Tú mamá de verdad está muy orgullosa de ti, estoy segura que cuando crezcas serás una mujer muy importante, una que le enseñará al mundo a seguir sus ideales y valores, si sigues todos los consejos que tú mamá te dio, serás una mujer de mucho éxito pequeña Lauren. - Dijo la mujer acariciando la mejía de la pequeña -

Lauren: Gracias, quiero serlo, quiero ser un ejemplo a seguir, y ayudar a las personas que lo necesitan, personas así como nosotras ahora. - Dijo con orgullo -

Señora: Lo Lograrás pequeña. - Dijo sonriendole -

Lauren se quedó dormida, al igual que la señora que la cuidaba, ambas se habían tomado cariño y ambas se cuidaban entre sí.
Lauren otra vez sentía que no estaba sola, tenía a una señora que aunque no quería darle su nombre la sentía alguien especial y la ayudaría hasta donde ella pudiera hacerlo.

La Fuerza Del Corazón(Camren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora