Mi esperanza pone cara de indiferencia y se lava los pecados a costa de los míos...
Y aun así, sigo siendo yo la criminal.
Y tu no me respondes soledad, fui a quien olvidaron, una vez mas.
El silencio apaga lentamente cada uno de mis torpes sentidos, agudizando el interior, una inocencia que condena la mas linda de las inocencias, pero no es la mía, yo conozco lo que sucederá después.
Esperar por este tan anhelado amor, que no se si llegue y me corresponda, tal vez si llegue pero no logre descifrar este basto sentimiento que aunque parece casi inexistente, hace latir mi corazón, el que quizás no tengo, ridícula ironía.
Podría enamorarme de esa inocencia y pretender que desconozco lo que sé que procederá, crecer con todo y este tu yugo que se supone es desconocido para mi, y lo que será un no muy lejano futuro.
Tu compañía, soledad...
Es realmente fría y muy silenciosa, me he cansado de pertenecer a ella, pero jamás te dejare, porque amo cada parte de ti, y sí, es agotador amarte mas no imposible.
Mientras mi esperanza sigue escondiéndose de mi, aunque no tengo claro que es lo que realmente espero, razón tendría para huir de mi, enloquecí a mi esperanza, tal vez la confundí como lo hice con mi orbe, un miedo que sopla con la apariencia de ser fuerte, de nuevo te lo digo, yo lo sé, siempre lo supe y no dejaré de reconocerlo...
Espero un amor que hace mucho esta junto a mi, y tú, aun no me respondes soledad.
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El ORBE DE CORA
PoetryUn alma libre que ansia el calor de una compañia, mientras soporta el ligero e impotente peso de la soledad.
