Dicen... que la costumbre es mala, que la costumbre acaba con el amor, llevo años escuchando que no hay nada peor para una relación que la rutina y sin embargo, nunca hice caso pues ¿Qué tenía de malo acostumbrarme a ti?
Y ahora... mírame; acostumbrada a tus besos por las mañanas, acostumbrada al perfume que usas en cada reunión de trabajo, acostumbrada a tus abrazos cuando el día va mal, a tus comidas especiales los fines de semana, me acostumbre a ver tu ropa colgada en el closet, a confundirme y usar tu shampoo olor a menta, me acostumbre a compartir la almohada, a no robarme toda la sábana, me acostumbré a dormir del lado izquierdo por qué a ti te gustaba el derecho, me acostumbré a tomar café contigo en la terraza, a escucharte reír, a escucharte hablar, a acariciar tu cabello por la mañana y a tus playeras que son mi mejor pijama.Estoy tan acostumbrada a ti, a tu desorden, a tus manías, tus canciones ruidosas y nostálgicas, a usar tus calcetines cada vez que no encuentro los míos.
Ahora no consigo asimilar mi vida sin todas esas cosas ¿Cómo podría hacerlo? ¿Cómo me deshago de tanto? Si tus huellas están en la almohada, en el control remoto, en mi peine y ¡hasta en el traste de alimento para gato! Tus huellas están en todo mi apartamento ¿Será posible olvidar todo de la noche a la mañana?Si, escuché que la costumbre era mala, aún no se que tanto, pero estoy segura que acabar con ella sería quitarme un pedazo de alma.
Estoy tan acostumbrada a ti y tal vez algún día esto me cause dolor (ojalá que no) pero ¿Sabes algo? No me arrepiento.
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Rompe mi corazón.
RomanceCreo que una de las cosas más tristes es cuando dos personas realmente llegan a conocerse: sus secretos, sus miedos, sus cosas favoritas, lo que odian, lo que les gusta, literalmente todo, y luego vuelven a ser extraños. Gilraen Eärfalas