Alistándose para visitar a los viejos amigos

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Linda aun no creía lo que acababa de vivir. Su prima, la niña con quien había pasado la mitad de su vida acababa de confesarle que era una bruja y ademas de eso había utilizado magia delante de ella. Había prometido guardar el secreto y lo haría. Se preguntaba ¿como alguien podría creerle de todas maneras? Ella y su tía conversaban alegremente mientras tomaban el te. Jane Granger le contaba a su sobrina como se habían enterado y algunas cosas de sus vivencias desde entonces.

En la madriguera los presentes veían como George cuidaba de su hijo. A ojos de la señora Weasley aquel bebe era idéntico a los gemelos a esa misma edad. Al parecer el pequeño Weasley aun siendo un bebé era todo un travieso pues le encantaba orinar a quien lo cargara sin su respectivo pañal. Primero había sido la señora Weasley, después su esposo y así con la mayoría de miembros de la familia. Solo George lo encontraba divertido.

En el ministerio las cosas marchaban de maravilla. La nula existencia de amenazas hace que todo resulte de maravilla. Allisson esta encargada de la oficina de Aurores y sigue las instrucciones de su jefe punto por punto. Si algo había aprendido Harry Potter de Albus Dumbledore y de Alastor Moody era que siempre debía estar preparado y alerta. Hogwarts continua examinando periódicamente cada auror del ministerio para garantizar que todos estén listos para cualquier eventualidad.

Ginny sonríe mientras camina y disfruta de las glamurosas calles de París. Aunque ya conocía parte de la ciudad cuando participo del campeonato europeo de Quidditch, Ginny Weasley ahora contaba con la compañía no solo de su querido novio y prometido Harry Potter. También contaba con su mejor amiga y su hermano. Hermione gracias a sus estudios de política mágica internacional en París se había convertido en una experta en conocer los mejores lugares de la ciudad. Los cuatro chicos habían decidido hacer un tour por Europa aprovechando las vacaciones que les habían obligado a tomar. El plan original era no utilizar magia y hacer el desplazamiento al estilo muggle. Ya habían visitado Italia. En este país Hermione había sido de guía dado que lo había visitado un par de veces con sus padres. Todos aun recordaban la confesión de la castaña acerca del gusto que tenia por ser historiadora. Esto fue antes de saber que era una bruja.

Era un martes en la mañana y mientras Ginny y Harry se encargaban del desayuno Ron y Hermione discutían en la habitación. Los cuatro utilizaban su apartamento de París como estación de paso entre un país y otro cuando se cansaban del tren y de otros lugares. Un uso que no habían previsto para dicho lugar pero que estaban explotando al máximo.

- ¡No entiendo por que debemos ir hasta allá. Perfectamente podríamos omitir Bulgaria y todos esos sitios.

-¿A caso no lo entiendes Ron? Viktor nos invitó a pasar una semana en su país antes de regresar a casa y ni Harry ni yo queremos hacerle el desplante. ¡tu sabes que el es mi amigo! - A Ron se le pusieron rojas las orejas. Al inicio de sus viajes se habían encontrado de casualidad con Viktor Krum en un bar de la Ámsterdam mágica rodeado de un par de hermosas brujas de la edad de Ginny o Hermione. Al verlos les invitó unas copas y juntos salieron a caminar por la zona muggle de la ciudad. Al finalizar la velada mientras caminaban por los canales de la ciudad. Viktor había invitado al grupo a conocer su país.

- No me importa, ese Krum solo quiere tener una oportunidad de estar contigo y no lo soporto. - Ron salió de la habitación dando un portazo y se encontró con la mirada severa de Ginny y la sonrisa de Harry. - ¿que? - espetó ante sus reacciones. - Nada – Contestó Harry sin dejar de sonreír. Ginny por su parte si fue mas severa y no cambio su mirada. Esperó hasta que su hermano mayor se sentara y con la varita alcanzara su desayuno para hablar.

- Fred y George siempre decían que eras idiota pero nunca pensé que llegaras a ser el campeón de los idiotas Ronald.

- ¿que? Pero y ahora que te pasa Ginny? - Contesto el pelirrojo mientras Harry intentaba huir de la escena.

- ¡No tan rápido Harry! Esto también va para ti – Ginny que había visto como su novio intentaba salir y le había impedido moverse.

- ¿no crees que Hermione te ha demostrado de muchas maneras que desde siempre te ha amado? ¿Como puedes pretender que ella va a permitir que Viktor le diga algo? Ustedes dos más que nadie deberían ser conscientes de todo lo que ella hace por ustedes, de lo que yo hago por ustedes. Deberías subir y pedirle disculpas y deja de ser tan cabeza dura. ¡Arriba y salgamos que Viktor nos está esperando! - Ginny utilizo el mismo tono de voz, la misma mirada y misma determinación de su madre cuando regaña o reprende. Su hermano no tuvo otra opción que hacer lo que le dijo.

Al cabo de una hora, después de que Hermione dejara de llorar, se alistara, comieran y salieran iban camino a un lugar alejado de la ciudad donde debían utilizar el traslador autorizado por el ministerio francés. Habían decidido en lo posible salir siempre como muggles de su apartamento para no levantar sospechas entre los demás muggles del edificio.

Linda se encontraba con su tía. Aquel día por coincidencias de la vida se habían encontrado con Angelina y Audry Weasley mientras caminaban por un centro comercial. Todo había terminado en que la prima de Hermione por primera vez visitaría la Madriguera. Ambas mujeres habían sido invitadas a un almuerzo en la casa Weasley. Ahora que la chica conocía el secreto les era más fácil proceder. Utilizaron un vehículo muggle hasta el pueblo cercano y una vez ahí caminaron con un poco de dificultad hasta llegar a la extraña casa. Aquel día toda la familia excepto los chicos que estaban por terminar sus vacaciones se encontraban reunidos. Linda no podía evitar mirar todo aquello que tenia cerca. Para ella todo era nuevo, todo era raro e inexplicable. Ver los platos volando desde y hacia la cocina, las velas flotando en el aire, los gnomos del jardín que poco a poco habían regresado después de la batalla. Todo era risas en la casa hasta que de la nada Alisson apareció en la chimenea.

Harry Potter aprendiendo a vivir, después de la guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora