INTRODUCTION

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CAFE

Decía un cartel neón bien grande. Y solo con eso, sumando la insistente lluvia, me hizo querer entrar allí como si fuera la mismísima licorería. 

Sólo una campanita cerca de la puerta hizo notar mi entrada al lugar, provocando una mirada de desaprobación por parte del personal.

 El café allí era tan intenso y al tiempo, tan relajante; que no quería que la taza se quedara vacía. Estaba sola en el local. Sola, salvo las camareras; ansiosas por dejar el asqueroso establecimiento para llegar a su, posiblemente aún más asquerosa casa. 

Sus rostros expresaban amargura, indiferencia. Juro que si me quedaba la más mínima gana de vivir, ellas conseguirían quitármela.

Bebí mi café de un sorbo y le pedí a una de ellas un vaso de alcohol. Sí, cualquiera de los muchos que cubrían los estantes. Y la botella no duró ni medio segundo sobre la barra; ya que nada más tocarla yo la cogí fuertemente con mis manos y salí de allí corriendo. Mi intención era correr tanto como pudiese para beber esa botella entera fuera donde fuese; pero una sombra que venía hacia mí me arrebató la botella fácilmente. 

Miré mis manos sorprendida y me giré rápidamente para verle; y le vi corriendo con mi botella en una mano mientras que con la otra me hacía un gesto de despedida. Como si hubiera ganado. 

Tremendo capullo.

Eché a correr tras él, con la intención de recuperar la botella que yo había proclamado mía al robarla. Corría y corría, sintiendo como cada vez me costaba más respirar, y como me iba empapando poco a poco. Notando como la fatiga me hacía pensar que lo perdía, que iba a ganarme. PERO NO. Aceleré más el ritmo con el único pensamiento en mi cabeza del gran imbécil que se había atrevido a robarme mi botella robada. Idiota...

Lo perdí de vista, pero no me rendí y seguí corriendo. Giré la esquina por la que él había pasado y allí estaba. Al lado del río, mirándolo fijamente. Me acerqué a él y cuando iba a pegarle un puñetazo en la cara, el detuvo mi golpe al vuelo; con su gran y fuerte mano. Entonces, con la mano que sujetaba la botella lanzó esta misma al río. 

— ¡¿Pero de qué vas, capullo?! — Le grité, mientras intentaba zafarme de su agarre, ya que él aún no me soltaba.

— El agua es mucho más sana. — Dijo sacando una petaca* de su bolsillo con su mano libre. Y cuando me soltó me dio la petaca para probar el agua. En ella estaba escrita la palabra "Water", pero al darle la vuelta vi que a ella estaba pegado un cigarrilo con cinta adhesiva. 

Por delante decía agua, pero por detrás decía veneno; y sinceramente esperaba encontrarme con lo segundo. 



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Bueno, he subido esto antes de lo previsto xD En ese caso, supongo que el fin de semana tendréis un capítulo. 

Espero que os haya gustado mucho esta pequeña intro ❤

*Una petaca es una especie de botella pequeña en la que se suele llevar whisky.



Eternal. ❁ SUGADonde viven las historias. Descúbrelo ahora