— No. No. — Me negué rotundamente. — Ni hablar. — Dije arrugando el folleto que me había mostrado Yeri y tirándolo al suelo.
— Vamos Rei, no tienes nada mejor. — inquirió ella.
Yeri me había llamado hacía una hora para decirme cuál era ese misterioso trabajo. Y, adivinad. Muy bien, habéis acertado, era un trabajo de mierda.
— Estoy segura de que soy capaz de encontrar algo mejor que vender salchichas en mitad de la calle.
— ¿Y qué vas a hacer? ¿Estar sin trabajo y sin dinero hasta que ese "supuesto mejor trabajo" aparezca? — Yeri era una persona muy infantil y despreocupada; pero a veces se comportaba como una verdadera madre.
Hice una breve pausa; mirando a mi alrededor, como pensando una respuesta.
— Bueno...ya me las apañaré, ¿vale? — repliqué. — Escucha, si tuviera 16 años y tuviera una familia y un buen instituto al que asistir, y quisiera sacarme unos ahorros; entonces ese sería un buen trabajo. Pero tengo 21 y quiero uno "más o menos" digno.
— Ya lo sé, pero mientras tanto deberías tener algo que te dé dinero.
— Ya tengo a Minho. — Dije saboreando el café que me había comprado con su billete.
—Hablo en serio, Rei. Ya sabes que normalmente no suelo ponerme seria, pero esto es importante. — insistió mi amiga.
— Por Dios, Yeri, ya lo sé. ¿Te crees que a mí no me preocupa? — dije cambiando mi tono drásticamente. — Es mi vida, deja de comportarte como si fueras mi madre. Nunca he necesitado una y eso ahora no va a cambiar.
Pensaréis que era una imbécil. Lo era. Sí, sinceramente era una imbécil; y una orgullosa. Era una idiota que no valoraba lo que tenía a su lado, y que para protegerse a sí misma hería a los demás. Así era Rei, una completa gilipollas.
— ¡Oye! Por lo menos he intentado ayudarte, ¿sabes? — se quejó Yeri.
— Claro. Porque es muy fácil poner a la gente a vender salchichas mientras tú estudias una buena carrera con el dinero de papá. — Y al instante me arrepentí de haber dicho aquello, suavizando mi gesto y apartando la mirada.
Ella se quedó en silencio un rato, con la mirada clavada en mí y con el gesto tenso.
— Cállate, Rei. Sabes perfectamente que no me gusta que piensen que todo lo que tengo es cosa de la pensión de mi padre. — Me dijo lentamente.
— Pero lo es. ¿O no? Las cosas como son Yeri. — espeté. Decía verdades como puños, pero sabía lo mucho que esas verdades le jodían a Yeri; y aún así seguía diciéndolas para que los ataques no fueran dirigidos a mí. Una estupidez.
— Mira, ¿sabes qué? No sé ni por qué hago estas cosas por ti. — Dijo colocándose su pequeña mochila a la espalda. — Al fin y al cabo nunca recibo ni un mísero "gracias". — Terminó pasando por mi lado para marcharse del lugar, dejándome respirar su fragancia.
∞ * ∞
Después de esa discusión con Yeri, anduve dando vueltas sin ningún destino concreto; pensando todo el rato en lo que le había dicho a mi amiga. Y después, con el estómago vacío compré una salchicha en un puesto de la calle. Irónico, ¿no?
Guardé la salchicha (envuelta en servilletas de papel) y la bolsa de patatas dentro de mi bolso, me puse los auriculares y me dirigí al único lugar donde podía ir en aquel momento.
Las calles abarrotadas en plena hora punta, el calor del mes de julio y el intenso ruido del tráfico dificultaron mi trayecto hasta el edificio de Minho. Sí, ese era el lugar.
Cuando llegué, me senté en el portal y me puse a comer lo que había comprado. A las tres, Minho llegaría a casa del trabajo.
Verdaderamente no sabía qué iba a hacer con el tema del trabajo y el alquiler del piso. Cuando estaba con mis amigos siempre le restaba importancia a los temas que me concernían, pero en cuanto estaba sola; lo veía todo tal y como era. Muy difícil.
Simplemente no quería que ellos vieran que me preocupaba por esas cosas, porque entonces ellos también lo harían y mi nivel de estrés llegaría a sus límites si eso pasara.
Dios...Pensé mientras sacudía mis manos tras haber terminado de comer. Necesito un puto trabajo; pero quiero uno bueno...¿tanto estoy pidiendo?
— Eh...— Alguien me dio una ligera patada en el hombro, llamando mi atención. — Levanta enana, no puedo pasar. — Levanté la mirada y le vi allí, sonriendo; lo que me hizo sonreír a mí también.
— ¡¡Rei Minami!! — Gritó otra voz masculina. Ugh, no...Otra vez aquel idiota. — Cuanto tiempo, ¿no? ¿Sigues negándote a salir conmigo una sola noche?
— Si vuelves si quiera a insinuarlo te pondré los calzoncillos de sombrero, ¿entiendes? — Le contesté.
— Como siempre tan encantadora, Rei. — Dijo riendo. Era un idiota y yo no le trataba precisamente bien, pero era mi amigo.
— Minho, ¿qué hace aquí este imbécil? — Me dirigí esta vez a Minho.
— Este "imbécil" te ha conseguido un trabajo. — Dijo refiriéndose al otro. Gong Hae Joon.
Dirigí la mirada hacia el nombrado y allí estaba él, con una sonrisa triunfal en la cara.
— ¿Él? ¿Joon me ha conseguido un trabajo? — Pregunté incrédula ante la idea.
— Sí, aunque no lo creas; a veces puede hacer algo que se le pide.
— Bueno, me debe una cena en el Kang's. Pero sí, digamos que te he hecho un favor. — El Kang's era nuestro bar favorito. Nuestra segunda casa, o incluso nuestro único hogar. Era un bar enano y tenía ya sus años, pero era sin duda el lugar más cálido de toda la ciudad. — ¿Y tú como piensas agradecérmelo, Rei?
— Primero tengo que ver qué mierda has encontrado para mí. — Le contesté con una sonrisa.
— Pues vamos a ello, querida. — Dijo agarrándome del brazo. — ¿Vienes tío?
— Qué remedio...— soltó Minho.
Durante todo el camino estuve hablando con Joon y metiéndome un poco con él, mientras él se limitaba a reírse, devolverme las bromas y fumarse un cigarrillo. Minho iba por detrás, escuchando música mientras tenía sus manos metidas en los bolsillos.
Joon no llevaba ningún cuidado al hacer sus movimientos con los brazos o al hablar demasiado fuerte y se chocó con varias personas durante el trayecto, que le miraron con desaprobación.
— Bueno, aquí estamos. — Espetó Joon tirando su cigarrillo al suelo, para aplastarlo con el pie.
Yo observaba asombrada el lugar, con los ojos abiertos de par en par. Llevaba viendo ese establecimiento desde hacía un rato, durante el camino; pero nunca había imaginado que fuera a trabajar allí. Nunca pensé que lo diría, pero el idiota de Joon hizo algo bien.
— ¿Aquí? — Dije sin poder creerlo aún.
★★ ... ★★
¿Qué trabajo creéis que le ha conseguido Joon a Rei?
Espero que os haya enamorado este capítulo 💙
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Eternal. ❁ SUGA
Fanfiction❝¿Y si te dijera que mi historia no es como él te la contó? ❞ . . . La historia en la que Reiko quiere matar el recuerdo y Yoongi quiere terminar lo que una vez empezó. 3/10/17 ♾ @strxberry