11. Juzgame, ¡Vamos, solo hazlo!

3K 570 117
                                    

Kim Sohyun. 

Estudiante en abogacía. Mama la adoraba. Papa la tenia en un altar. Taemin decía que era la mejor. ¿Yo? yo solo la veía como un escudo. Mi escudo que hizo que mis padres volvieran a hablarme, que me volvieran a consideren como su hijo, como alguien digno de llevar el apellido Kim.

Ocho meses pasaron. Ocho donde el recuerdo de Kyungsoo quedó como un pedazo de mierda que debía ser olvidado, lo cual, obviamente no hice. Pero en ese entonces me mentí, diciendo que Kyungsoo era la peor mierda que hubiera conocido y seguí viviendo. 

No follaba todos los días, pero cada vez que tenía ganas, iba a cualquier discoteca gay y me follaba al mas hermoso. Pero no era igual, el condón lo hacía diferente, el olor a colonia masculina y sus malditos gritos de perra en celo lo hacían malditamente diferente. Kyungsoo jamás gimió así.

Recuerdo que navidad y año nuevo me la pase en casa de una tia que vivia en el extranjero, compartiendo habitación con mi encantadora novia. Y lo que quise evitar por unos largos cuatro meses, paso. Tuve sexo con ella y no fue divertido. Sin embargo, fui heterosexual por una larga temporada.

¡Ja, Ja, Ja, Ja!  

Si, leyeron bien. Gracioso, ¿no?

Y quise seguir creyéndolo hasta después de llegar nuevamente a Corea. Sin embargo, Kyungsoo volvió a arruinar mi vida, esa pequeña mierdecilla regreso. Justo una semana antes de su maldito cumpleaños y a solo nueve días del mio.

Me encontraba comprando un obsequio para Sohyun cuando lo vi pasar. Estaba con una gorra negra y su clásica ropa de pandillero. Lo vi detrás del gran ventanal de la tienda y mi cuerpo malditamente se congeló. A los segundo se escuchó el clásico ruido de la puerta abriéndose y el ingresa, justo antes de que pudiera huir. 

Recuerdo la gran cara de sorpresa de la mierdecilla cuando nuestros ojos se encontraron, yo estaba decidido a ignorarlo pero, otro vez, no pude. Kyungsoo se acercó y levantó la mano en forma de saludo. 

Si, el hijo de puta actuó como si fuéramos los mejores amigos. Hasta se atrevió a preguntarme que cómo estaba y juro que me contuve de no romperle la cara. 

"Ho-Hola... ¿como estas?"

"Perfecto, hasta que te vi" Él sonrió divertido y asintió.

"Oo-okey" Él pasó de largo y camino adentrándose más a la tienda. Maldije por lo bajo y camine dispuesto a irme, sin embargo, no pude. ¡Mierda, no puede controlarme y termine por seguirlo! 

Lo seguí y lo encare cuando me percate que no había nadie. Tome de su mano cuando él quiso huir. 

"¿Por que rayos regresaste?" 

"No vine a quedarme. Solo estoy por una temporada" Él soltó mi agarre y se alejo de mi. "No deberías preocuparte Jongin, no haré nada"

Me quede viéndolo hasta que se fue, comprando absolutamente nada. Y no debo aclarar que ese dia fue una pesadilla. Se suponia que deberia estar feliz por cumplir otro mes con mi novia, tenía que estar complaciendo la, no que estuviera buscando por todos lados a la mierdecilla. Se suponia que debia dormir en el departamento de mi novia y follarla, no ir a buscar a la mierdecilla. Pero ahí estaba, dos de la madrugada golpeando la puerta de la casa Do. 

Y adivinen quien me abrio... la maldita porrista. 

"Uh, Hola, ¿Jongin, cierto?" Ella sonrió coqueta. 

"Si."

"Si quieres pasar, adelante. Yo ya me iba." 

"No yo-"

01. HOMOFOBIA |KAISOO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora