12

1.4K 34 3
                                    

Esto debía ser una maldita broma. Hacia aproximadamente unas tres semanas que no la veía y los subs ya se estaban preocupando. Pero el más preocupado era yo, como es que esto ocurrió. Ni siquiera sabía que había ocurrido. No contestaba a mis llamadas y todos decían que la veían muy feliz junto a Eliot.

He vuelto a hablar con Laura, no estoy interesado obviamente, solo necesito a alguien con quien hablar de vez en cuando. Pero Laura no es Natalia y realmente he pensado en esto.

Esa tarde fui yo mismo a casa de Eliot para enmendar todo o simplemente verla, me hacía tanta falta oír su voz, sentir su mirada sobre mi, esa mirada que me volvía loco con intensidad, y esos labios tan suaves y de palabras tan dulces incluso cuando me decía gilipollas ¡Como la extrañaba!

Toqué ansioso varias veces hasta que la puerta se abrió y ambos nos quedamos estáticos ahí de pie sin decir nada. Sus ojos estaban enrojecidos y ahora comenzaban a cristalizarse. Su boca se entre abrió, iba a decir algo pero luego se contuvo y retrocedió intentando cerrar la puerta.

-Natalia... por favor, solo dime que hice mal y porque estás con él ahora- demandé deteniendo la puerta antes de que ella pudiera cerrarla y cerrar también lo nuestro. Mis ojos también comenzaron a escocer y arder.

Ella sollozó volviendo a abrir la puerta, me miró tristemente y balbuceó un pequeño "vete".

-No me iré si me necesitas... Recuerdas que tu me decías eso mismo cuando el que lloraba era yo?- mencioné intentando calmarla dando un paso adelante a lo que ella retrocedió -Natalia... nunca nos ocultamos nada... nunca, desde niños recuerdas?-

Entonces ella deshecha en lagrimas se lanzó sobre mí aprisionándome mientras balbuceaba cosas ininteligibles por el nudo en su garganta. ¿Qué había ocurrido? mi Natalia no era de las chicas que lloraban y menos así, eso me destruyó y sus lagrimas pronto me contagiaron y mis sollozos hicieron coro con los suyos. Todas las emociones que llevaba dentro desde hacia tres semanas, tres largas semanas en las que no pude abrazarla ni oler su cabello ni grabar con ella ni ver películas y anime a su lado en nuestro sillón favorito. 

-Perdóname- musitó casi en un murmullo apretándose a mí.

-Nonono, perdóname a mi, no estuve ahí para ti-

-Mayden...- se soltó para poder mirarme a los ojos -Eliot va a matarte y a mi también... no es broma, dijo que lo haría si te veía por aquí o si te hablaba... debes irte- y por sus mejillas volvieron a bajar varias gotas perladas y brillantes -Lo hice por tí.. No quiero que te ocurra nada... eres mi mejor amigo y te amo, tonto-

Volvimos a abrazarnos -Nunca te dejaré Natalia, y si Eliot quiere impedirme estar a tu lado no lo contará- puntualicé aferrándome a ella como si se fuese a desvanecer en cualquier momento y el sueño estuviese por acabar.

-Oh Mayden... no es tan sencillo...- volvió a sollozar.

-Si lo es- exclamé -Tengo una idea, pero necesitaremos refuerzos- ******************************** 

 Eliot regresaba esa tarde como todas las demás, con varias bolsas de regalos para su obviamente infeliz novia. Sabía que había sido muy drástico y hasta histérico, pero ella también lo fue al cortarlo por una cosa mínima. ¿Quien no quiere besar a su ídolo? pero ese no era el tema. 

Entró como siempre, por la puerta principal dejando los obsequios en la mesa y yendo a la sala para saludar a Natalia. Y se encuentra con que hay alguien más sentado al lado de su Nati en el sofá.

-Que demo... Tu- lo señaló -¿Que haces aquí? Natalia sabes lo que acordamos no?-

-Mira Eliot- se puso de pié el chico del flequillo poniéndose a su altura para enfrentarle -ella me ama y yo a ella si no te parece pues te jodes-

Eliot se sorprendió por el tremendo ataque de osadía que mostraba su rival.

-Natalia, sacalo tu, no quieres que pase lo que te dije no?- amenazó riendo teatralmente para enfatizar lo antes dicho.

-¿Y que me dijiste?- 

-No te hagas la idiota, ¡que lo mataré! sabes que, lo aré y ya- y entonces recibió un guantazo que lo mandó al suelo.

-Tu no le faltas al respeto oíste rata?-

Natalia sonrió sintiéndose orgullosa, protegida y segura por su novio, pocas veces Mayden tenía oportunidad para lucirse de esta forma ante su Nati. Eliot no perdió tiempo y se incorporó de nuevo con el orgullo herido. 

-Creeís haber ganado no? Ja! ¡pues no!- y de quien sabe donde, sacó una pistola que apuntó a la cabeza de Mayden -Manos arriba ¡Ambos! te conozco Nati, sé que harías de todo por esta basura-

Natalia también alzó las manos, este tipo estaba desquiciado y Natalia pensaba en su cabeza como es que lo vio tan normal los dos años de relación que tuvieron.

-Porque lo amo, muy al contrario de ti... te quería, te tenía mucho cariño y mirate ahora- replicó ella mirándolo con asco -Has caído tan bajo-

-Siempre dije que me volvías loco- recalcó como si esa fuera una excusa factible.

-Eliot, no tienes que hacer esto, reconoce que perdiste ya, caso cerrado, da vuelta a la pagina, lo pasado al pasado tío, sigue con tu condenada vid...- sus palabras fueron calladas por un golpe del arma en su cabeza que lo hizo perder el equilibrio y caer.

-¡Mayden!- chilló Natalia asustada cayendo con él también. Mayden seguía vivo, pero su cabeza sangraba y el dolor lo inmovilizaba.

-Natalia, dime, ¿Que tiene él que no tenga yo? ¿porqué lo escogiste antes que a mi?- interrogó el agresor sin dejar de apuntarles. Natalia no respondió por centrar toda su atención en su derrotado novio que seguía sangrando -Vale, dejame en visto- dijo con molestia -Pero hey, no digas que no lo intenté. Sabes, voy a matarlo a él primero y luego a ti, porque si no eres mía, no serás de nadie-

Natalia se aferró a su adolorido amado sosteniéndolo con cuidado y presionando la herida en su cabeza para evitar la inminente hemorragia. Quizás no llegarían a decirle al mundo lo que eran.

No tienen porque saberlo (#Maytalia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora