Al escuchar la alarma , pensé. -Un día más sin novedad alguna. Al mismo tiempo que me levantaba para apagar la alarma que no paraba de sonar, después de lanzarle unas cuantas almohadas. Decidí poner mejor uno de mis cd's favoritos para poderme levantarme y tener energía.
Así me fui desnudando para tomar una rica ducha mientras escuchaba Hung UP. Como era costumbre mía, mientras me duchaba tomar el jabón como micrófono y cantar al compás de la canción.
Al terminar de bañarme, me amare a la cintura la tuaya para poderme vestir con el uniforme de la preparatioria. Cuando escucho.
- Ale baja a desayunar. La voz de mi mamá que esta en la cocina y que resumba en toda la casa.
Termine de vestime para bajar a desayunar. Lo beuno que iba en el turno vespertino. Tenia demaciado tiempo para poder hacer muchas consas menos tarea, porque me acostaba tarde para poder terminarla y tener la mañana libre.
Vi el reloj del comedor.
-¡Ya son la 1!
Sai corriendo de mi casa, para poder llegar a tiempo a la escuela. Atrevieso la calle para poder tomar el tranporte público. Al subirme siento una mirada en mi espalda. No le puse gran atención en todo el camino. Pero en todo el transcurso del camino senti esa mirada. No voltee par ver quien era. Me daba pena. Que tal si era una chica. No me interesan las chicas. Han de saber que me llaman la atención los chicos. Si soy gay. Pero no lo saben mis padres ni mis amigos, sólo mi mejor amiga Liz. A ella le platicó todo, ella seria como mi confesionario andante.
Al llegar a la escuela, busque a Liz para platicar sobre la mirada.
-Como eres. Uvieras volteado. Que tal si era un chico guapo. Dice Liz muy sorprendida.
-No como crees. Sabes que no tengo mucho pege con los chicos Liz. Muy en mi interior pensando que sí uviera sido un chico.
- Ay aja Ale que se me hace que vas a tener un admirador y tu ni en cuenta. Pero aya tu sabrás.
Empezaron las clases. Pero yo pensando en quien abra sido quien me abra mirado.
No ponía antención a nada de las clases. Pero suena el timbre. Por fin el receso. Podré comer un poco y dejar de pensar un rato de quién habrá sido. Fui con Liz a la cooperativa de la escuela (es un estilo cafetería). Pedimos unos burritos.
Cuando nos íbamos a sentar para poder comer. Escucho un.
-Hey tu.
Volteo para ver quien era quien decía eso. Al voltear veo un mar de gente. Regreso para seguir platicando con Liz sobre las clases. Pero vuelvo a escuchar.
-! Hey tu ¡
Esta vez no le tome gran atención. A de ser un tonto que le grita a una tipa.
Al terminar las clases, como era de costumbre de Liz y mía nos fuimos junto al paradero del transporte público. Compramos papas fritas, y no las fuimos comiendo en el camino mientras llegábamos a nuestro destinó. Entre risa y risa escuchamos un grito.
-¡ Tu el chico guapo que va riendo!
-Te hablan Ale.
-No como crees Liz mejor no hagamos caso, ya casi llegamos al paradero.
-Pero Ale es un chico el que te esta girando ve a ver. Anda no pierdes nada.
- No, que sí quiere que venga el, yo no voy a ir.
Pero pensado sí voy, pero que tal sí sólo es pura broma y quedo en ridículo. No mejor no voy y me evito de problemas.
Pero pude distinguir al chico que me gritaba. Moreno claro, alto, con cabello negro. Pero lo que le distinguía era una sudadera morada. Fue lo que más se me quedo grabado.
Así pasaron los días, cada vez que me lo encontraba me gritaba. Hasta qué el jueves en la hora de receso me quede platicando con mi prima ( Ella conoce a más de la mitad de la escuela, aparte va un año más adelante de mi en la escuela, así que puede ubicar a cualquier persona).
- Hola como estas Ale.
- Bien y tu Ale. (Mi prima se llama Alejandra)
- Oye ¿conoces aún chico que siempre trae una sudadera de color morada?.
-A no creo que no pero deja investigar de quien hablas y te aviso.
-Si prima gracias.
Cuando me doy la vuelta lo veo pasar junto con su amiga.
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Juego de Dos (Gay)
Genç KurguAl saber que uno es diferente a los demás, nos guarda el destino algo incierto. El cual debemos de enfrentar el día a día. A sí mismo aprendemos a luchar por las cosas que queremos y por las personas que queremos. Eso mismo le pasa a Alejandro un...