En busca de mi sangre,
y lo hago solo,
me describo los síntomas de vida: emoción,
recuerdo, sueño y conjetura.
¿Y qué descubro? Que siento,
soy memoria y necesito, que estoy hecho de duda y nadie dice.
Me dedico a crear,
y en ocasiones, encuentro certidumbre en el espejo.
Pero hoy no creo en ti, mi torpe Antonio.
