-¿Podrías ayudar sabes?- pregunto Hunter al tiempo que quitaba la última tuerca de la rueda par a poder sacarla y sustituirla por la de repuesto- Se que en la autoescuela os enseñan esas cosas, por lo que no puedes decir que no sabes.
Avalon, que estaba apoyada en el coche, levanto la mirada gris de su teléfono al tiempo que le enviaba una mala mirada a su hermano mayor.
-Yo no he dicho que no sepa, simplemente no me da la gana ayudarte- dijo con una media sonrisa viendo la frustración de su hermano cuando volvía a su trabajo con el cambio de rueda- Se supone que eres uno de esos chicos malos que a las chicas tanto les gusta. Deberías poder hacerlo solo.
-Claro...- dijo con ironía Hunter muestras colocaba las turcas de la rueda nueva- ¿Quién necesita un príncipe azul con un caballo blanco cuando puedes tener a Travis Maddox en su moto? ¿No?
Avalon rió ante la frase que acababa de soltar su hermano mayor.
Hunter odia leer. No lo soportaba, pero para su desgracia Avalon lo adoraba y no perdía oportunidad para hacérselo saber.
-Aunque tu comparación me encanta- dijo son dejar de reír escuchando el bufido de Hunter- ¿Quién necesita un Travis Maddox en su moto cuando puedes tener a Stiles Stilinski con su Jeep?
-¿El del Jeep no era el Ángel Caido ese?- pregunto extrañado. Su hermana era rara.No, peor, era una lectora.
-Por cosas como esa te sigo haciendo caso cuando hablas- dijo divertida y algo emocionada porque se acordara de algunas cosas que decía cuando despotricaba al acabar un libro.
Hunter rió con gracia por las palabras de su hermana.
-De verdad que tienes unas cosas...- dijo soltando gruñidos por la cantidad de fuerza que debía hacer. Cuando ya acababa de poner la penúltima tuerca la miro de reojo viendo como esta volvía la atención a su teléfono- ¿Estás hablando con Charlie?
-Si- dijo indiferente volviendo a recargarse en el coche- Dice que Steven a parado en la gasolinera, necesitaba poner gasolina, y ya de paso estirar las piernas ha sido un viaje muy largo...
Los tres habían ido a la casa de sus abuelos que vivían en la playa. Querían pasar tiempo juntos para cuando volvieran a empezar las clases, en el caso de Charlotte él trabajo, y no pudieran verse tan a menudo como querían.
Charlotte volvería a su tranquila e increíble vida que tanto le gustaba después de conocer a Steven de casualidad en la Universidad. Vivian a las afueras de la ciudad donde tenían una casa perfecta para los cuatro.
Ella era madre de dos insoportables niños. Eli con cuatro años era el terror de sus padres por lo revoltosa e infantil que podía llegar a ser. Por otra parte, estaba Jeremy de un año y medio que robaba el corazón de todas las personas a su alrededor, era un bebe adorable.
Hunter por otro lado estaba soltero y entero, y bien que eso le gustaba.
Su hermano mayor era un total rompecorazones con su apariencia de chico malo, pero con una personalidad demasiado extrovertida y social. Si, eran dos cosas que no deberían ir de la mano, pero Hunter era un caso especial.
Él vivía en el centro de la ciudad en un piso compartido con otros dos amigos que, como él, preferían salir de casa y vivir lo divertido de la vida universitaria alejados de todo lo que conocían.
Y después estaba ella.
Avalon estaba por cursar su último año de instituto, pero no quería separase de sus dos hermanos mayores ni quería volver a casa.
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El latir del corazón
Teen FictionHabía llegado a ese momento en el que el disco duro se encontraba tan lleno de mierda y basura inútil que, sin quererlo, había explotado destrozándolo todo. Se ha llevado por delante cabreos, preocupaciones y amistades ya destrozadas. Ha hecho un re...