Pequeños rayos de sol se colaban entre las persianas medio abiertas de la ventana y pasaban las claras cortinas haciendo que la habitación empezara a llenarse de una suave luz que para nada molestaba, es más, era agradable.
Con pereza se dio la vuelta en la cama para ver la hora en su despertador dándose cuenta de que eran las ocho menos cuarto de la mañana.
Se levanto lentamente sin molestarse en ponerse las zapatillas y salió de su cuarto en dirección a la cocina.
Mientras bajaba las escaleras escucho las voces de sus padres en medio del silencio que reinaba en la casa.
Cuando llego a la planta baja vio cómo su padre salía de su despacho con maletín en mano y teléfono pegado a la oreja, arreglado con un traje azul marino. Este era seguido muy de cerca por su madre que, como siempre estaba arreglada y maquillada.
-Quinn no olvides llegar pronto, tenemos cena en casa de los Moore y no quiero llegar tarde- dijo su madre siguiéndolo mientras veía como este colgaba el teléfono y lo guardaba en su maletín- Antes de llagar pasa para comprar una botella de vino, no quiero llegar con las manos vacías.
-Si, vale- dijo su padre distraído arreglándose la corbata delante del espejo de la entrada.
Avalon veía todo en silencio apoyada en la barra de la escalera.
-¿Te vas?- pregunto Avalon llamando la atención de ambos mientras fijaba la mirada en su padre- Hoy es sábado.
-Ha surgido un problema de último momento- dijo levantando la mano restándole importancia- Volveré como muy tarde para recoger a tu madre para la cena.
Después de decir esas palabras abrió la puerta de la calle, no sin antes darle un corto beso a su madre en los labios para luego emprender camino hacía su coche.
Su madre se quedó en la puerta viendo como el coche se perdía al final de la calle, mientras ella seguía su camino a la cocina.
-Avalon cielo- dijo su madre siguiéndola y viendo como esta empezaba a preparar su desayuno- Quería preguntarte algo.
Avalon sin hacerle mucho caso siguió con su tarea de preparar las tostadas.
-Dispara- dijo distraída sacando el aceite de la despensa.
-La señora Moore me ha dicho que tu amiga Clari quiere entrar en medicina y que tu amiga Harper quiere entrar en derecho. También me dijo que hablo con el señor Lewis y su hija Amie quiere hacer empresariales como él. Los padres de Scott me comentaron que Scott todavía no lo tenía muy claro, pero que muy seguramente seguiría con la tradición familiar y se decantara por empresariales- dijo con los ojos brillantes mientras se apoyaba en la encimera de la cocina con la mirada fija en Avalon- Todos vais a entrar ahora en vuestro último año de instituto, por lo que tenéis que decidir ahora en que carrera queréis entrar.
-Mama, ya te lo he dicho. No sé que quiero hacer- dijo mientras ponía el aceite en las tostadas y ponía la leche con chocolate en el microondas.
-Por eso creo que también podrías hacer medicina, como tu amiga Clari, asi podéis ir juntas- dijo con felicidad- Es un buen trabajo y seguro que te gusta mucho.
-Me da pánico la sangre mama- dijo con pereza Avalon mientras se dirigía a la mesa de la cocina para empezar a desayunar.
Su madre le restó importancia con la mano mientras se sentaba frente a ella e la mesa de la cocina.
-Con el tiempo se te pasara y serás una gran doctora- dijo con tranquilidad mientras se pasaba una mano por el pelo para acomodarlo- Por ahora ya he hablado con tu instituto para decirles que estas interesada en la carrera de medicina.
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El latir del corazón
Teen FictionHabía llegado a ese momento en el que el disco duro se encontraba tan lleno de mierda y basura inútil que, sin quererlo, había explotado destrozándolo todo. Se ha llevado por delante cabreos, preocupaciones y amistades ya destrozadas. Ha hecho un re...