Yo Renuncio.

Cediendo el poder.

Cuando el temblor seso, la habitación fue cubierta por una niebla oscura. Esta se dispersó, ya no estábamos bajo tierra, estábamos por encima de las ruinas de Kul Elna; yo me encontraba con Hassan, Mahad y Atem... Mahad recorrió los aires para ver si había alguien cerca, el rey y yo no hablamos mucho, solo verificar que estuviéramos bien...

- Mahad ¿Alguna señal de los demás? – Pregunto el rey.

- Aún no.

- Está bien, no pueden estar muy lejos.

- Estoy seguro que separarnos es parte del plan de Bakura – el faraón se tornó pensativo, y en pocos minutos escuchamos el sonido de un enjambre acercándose donde estábamos. Una plaga devastadora nos asechaba, Mahad junto con mi Mago silencioso empezaron a atacarlos por separados, pero era parecía imposible, eran millones.

- ¡FARAÓN! – Grito Mahad.

- No teman.- Dijo Hassan, mientras nos protegía con su capa.

- ¿Estás bien? – Me pregunto mi esposo.

- Si...

- Son miles de insectos- dijo el rey, Mahad y mi Mago, seguían luchando contra la plaga; pero esta vez ambos espíritus intercambiaron miradas y supieron que debían unir fuerzas, y así lo hicieron aniquilaron a toda esa plaga para volver a tener el cielo despejado y seguir buscando a nuestros amigos, a los pocos minutos Mahad había visto a Mana, a quien fue a acudir rápidamente mientras mi Mago nos guiaba hasta la ubicación de nuestra amiga, corrimos a donde estaba ella, Kul Elna no era muy grande, llegamos ante ella.

- ¡Mana! - Le grite desde la distancia. ella volteo al sonido de nuestra voz.

- ¡amigos! digo... ¡Altezas! - nos abrazamos en el reencuentro.

- ¿Como te encuentras? - Le pregunto el rey.

- ¡Excelente! Tendrían que haberme visto, destruí a un monstruo yo sólita...

- No podía esperar menos de mi mejor Alumna. - Dijo Mahad, mientras intercambio una sonrisa con ella, junto a mi amiga estaba aquella maga de cabello rubio y traje de color rosa y azul...

- Tu espíritu... - dije con asombro.

- ¿A que es bonita eh?

- Muy bonita. 

- Ahora tenemos tres magos para seguir buscando el resto. - Dijo el rey.

- ¡A la orden mi rey! - Exclamo Mana, que a pesar de verse herida siempre poseía una gran energía.

Los tres magos se elevaron por los cielos buscando al resto, la cual resulto rápidamente victoriosa vimos a Shada quien estaba con Shimon corrimos nuevamente en su ubicación... 

- ¡SHADA! – grito el faraón.

- Faraon... - rápidamente llegamos a donde estaban, dentro de una de las casas en ruinas se encontraba Karim... quien estaba siendo cuidado por Isis en sus últimos minutos de vida, ya que le había dado el resto de su Ka a Shada, con el rey nos acercamos a él, ya temiendo lo peor.

- Está bien... Altezas, sé que vencerán a Bakura ... y... la oscuridad... sobre Egipto se alejara...

- Si... y tu volverás... - Aseguro el rey.

- Hasta entonces... les deseo toda la suerte... Adiós... Amigos... - nuestros ojos se tornaron llorosos... ¿Era este el principio de perder a nuestros amigos?

- Adiós Karim... - Dijo el faraón con cariño... Karim miro a su derecha, donde estaba Isis y con lo poco que le quedaba de fuerza levanto su mano para que ella se la tomara... pero cayó... Karim había muerto...