Después De Egresar

Buenos días señor.

- Buenos días - Empezó por decir el recién llegado a los que estaban atras y estos a su vez respondían del mismo modo.

Yo estaba en el centro de la fila y continuaba sin quitar mi mirada del libro que sostenía en mis manos que se ponía más interesante conforme avanzaba leyendo.

Solamente me detuve un momento al escuchar que saludó al que estaba atrás de mí; Entonces miré el número de página y me disponía a guardarlo en mi canguro que llevaba.

-Buenos días señor- Escuché que me decía. Ni siquiera miré y terminé de guardar el libro. me incomodé un poco por haber tardado en responder y por lo que oí pero ya me parecía normal por las tantas veces que me decían lo mismo.

-¿Cómo está?- respondí interrogando y mientras estiraba el brazo para un apreton de manos -Buen día- agregué.

Respondió a mi apreton y pasó al siguiente.

Faltaban 5 minutos para iniciar el trabajo y era la primera vez que estaría entre personas que no conocía.

Esperé a que dieran las ordenes de iniciar.

El que nos dirigía empezó por decir. - Formen grupos de diez integrantes y empiecen por deshierbar allá, cualquier pregunta que tengan háganme saber, todo se soluciona hablando. ¡Pueden empezar! - Todos se agruparon y yo sin hablar siquiera me quedé sin grupo.

- Usted señor- dirijiendose a mí- venga por acá- Me entraron ganas de decir que era jóven mas ya había volteado y entonces me preparaba para seguirle.

Miré atrás como quien da la última vista a algún lugar y noté que alguien más llegaba. -Señor alguien acaba de llegar.

- ¿ jóven o de la edad de usted ?

-Señor no lo distingo está lejos todavía; Pero debe ser de mi edad es ágil también.- respondí tratando de hacerle comprender que era jovén.

-¿De su edad, cuántos años tiene usted?

-Yo tengo diez y siete señor.

Detuvo su andar y asombrado me miró de pies a cabeza.

- Eres un muchacho todavía. Pero cualquiera que te viera te trataría como a un anciano: sabio, prudente, serio, y en cierto modo amigable.

-  Así soy señor...

- hasta tu alma debe estar así de serio. - agregó y luego sonrió más. Pasé por alto todo aquello y también sonreí.

Se puso serio nuevamente y me dijo. - Infundes respeto, mucho respeto, ni por ser ya viejo yo soy admirado. En cambio usted es pues...

- Lo sé señor- interrumpí mientras él buscaba palabras.

- Te conoces muy bien, cuánto hubiese querido yo ser así, pero no pude. Ojalá mañana en la otra vida pueda serlo- otra vez enmudeció -pero usted ya es un ángel...

-Buenos días señor- le interrumpió el recién llegado. Y se dirijió a mí con las mismas palabras e inmediatamente -Hola, buenos días -respondí

- ¡Tardaste!

- Sí, disculpe pero fue porque me acosté tarde anoche. Usted sabe ya el motivo, estuve buscando la gente.

-Bien, Bien. Anda acompaña a esa gente. - apenas si terminó de hablar y el hombrecito obedeció en seguida, con ese paso trotón.

-Bien hombre, como te decía "Eres único". Estaba buscando a alguien como tú para que estés así como yo solamente controlando a los demás, pero no acá. En otro campo ahí falta uno. serás patrón.

Yo estaba serio y no mostraba ni la más mínima emoción. Miré al que recién habían dado ordenes y ví que parado trataba de reclamar a alguien más.

-¿Debo estar así cómo él, Recibiendo ordenes y remitír a los demás?- dije señalando al último en llegar .Mi voz salió más grave de lo normal.

Pareció creer que me gustó esa idea, se puso contento miró el campo, me miró nuevamente y me dijo- Así es muchacho, eso es lo único que debes hacer. Solamente mirar que hagan bien su trabajo. ¿no te gusta? - me volvió a mirar pensando que al fin lo había logrado.

Cambié la expresión de mi rostro-Sí, claro que sí. Estaría bien así, pero no he venido por mucho tiempo.

-¿Vas a desaprovechar una gran oportunidad? Estarías de jefe.-en cuanto terminó de hablar quedamos un rato en silencio.

- Yo le entiendo señor pero no puedo y sé que no debo quedarme acá todo el tiempo.

Yo en el fondo sabía el por qué, también sabía que me preguntaría así que traté de ocultarlo y por varios minutos pensé cómo decirlo...