Lo veía llegar temprano, corría a abrazarlo como de costumbre, feliz de verlo en casa.
Él ayudaba con los globos y piñatas, siempre alejado de la cocina, supongo que no quería intoxicar a nadie.
Siempre venía, en mi día favorito del año a jugar conmigo, a hacerme sentir importante y amada por él.Mi padre siempre recordó mis cumpleaños y cada 21 de septiembre estaba ahí soplando velitas conmigo.
Creo que se olvidó de ser papá los otros 364 días del año.
ESTÁS LEYENDO
La niña que te esperaba en la ventana.
Nonfiksi-Hija, papá ya no va a vivir acá- dijo mi madre. Es difícil de comprenderlo con 4 años, pero con el tiempo, llega uno a ver la dimensión de esas palabras. Lamentablemente la separación de los padres, desenvoca la mayoría de las veces a la separación...