CARETA

Prefacio

—Traiganlo.

Siento mis muñecas arder, al igual que mis tobillos, la mordaza que tengo en mi boca está tan apretada que hago un enorme esfuerzo para no soltar lágrimas, me duele, pero no sólo las heridas que tengo o que tendré, sino que me duele el no poder ayudar y estar atada, no puedo hacer nada, nada más que llorar. Y no lo haré, no permitiré que él me vea derramando lágrimas, seguiré con la mirada en alto y lo veré a los ojos, seré fuerte aunque me sienta débil.

- Bueno pequeña , se que le prometí a tu padre cuidarte.

Abren la puerta y en ella aparece Austin . Su cara está hinchada y llena de moretones, tiene sangre en su cuerpo, su camisa está rasgada y puedo ver heridas en su pecho, casi no lo reconozco. Recuerdo lo que me dijo cuando aún su sonrisa se le plasmaba en el rostro, sin embargo no puedo soportar verlo así.

- No sabes como a veces estuve a punto de romper tu angelical rostro- Austin mantiene su cabeza gacha, no quiere que lo vea así, quiere que sea fuerte -y matarte pero claro promesas son promesas - vuelvo mi vista hacía él y este sonríe de lado , las ganas que tengo de matarlo son enormes ... debí haberlo hecho cuando pude - No te mataré , no puedo. Tengo dos opciones para ti. Uno - levanta su dedo índice- te perdono y vuelves a tu hermosa vida -sonríe de nuevo- pero para confiar de nuevo en ti , lo tienes que matar.

Mi respiración se entrecorta y mi fortaleza cae.

Baltazar saca su arma y apunta a Austin.

- Dos ésta es mi preferida. Experimentaremos contigo , ah pero con él también.

¿Experimentar?.

- Yo que tú elijo la opción dos nadie muere-ríe y me quita la mordaza.

- Baltazar ... -susurro.

- Decide pequeña -quita él seguro del arma y mi corazón comienza a latir tan fuerte que me lastima.

- No tienes que hacer ésto , ya matame -el niega-Si quieres estaré contigo seguiré con lo de antes ... Sólo sueltalo.

Se acerca lentamente a mí y quedamos a centímetros de distancia. Si tuviera las manos desatadas destrozaría su humilde cara.

- Sería muy fácil así ¿No pequeña? Pues así no me gustan las cosas.

- JODETE.

Baltazar se separa de mí y mira a Austin. Él levanta su mirada por primera vez, susurra algo y a duras penas puedo entender.

"Te amo".

Sonríe y baja su cabeza de nuevo.

¿Por qué lo hace?. Quiero que me vuelva a mirar, no quiero que sus ojos se separen de los míos, siento que no lo volveré a ver en mucho tiempo, por eso necesito ver sus ojos otra vez.

- Bueno creo que por ser tú puedes tener una tercera opción -el arma dispara , y dos almas son arrebatados por esa bala.

Las lágrimas caen de mis ojos sin parar, todo es borroso, siento mi cuerpo tiritar y no lo puedo parar
, pero tampoco quiero hacerlo. Ya nada importa ¿para que seguir siendo fuerte si mi vida se ha ido?.

- No llores mi niña ahora todo será mejor. Llevenla -hombres de ropa oscura aparecen y comienzan a desatarme entre ellos reconozco a Diogo. Él me mira con tristeza y desesperación, está tan destrozado como yo pero no puede expresarlo si lo hace muere. Una camilla llega a la habitación, me suben en ella, apenas pongo resistencia, sería estúpido, ya nada importa. Atan mis muñecas otra vez, luego mis pies y después mi cuello a la camilla. Las ruedas comienzan a moverse hacia la salida dejando un cadáver atrás, dejando a lo que quedaba de mí atrás, lo ultimo por lo que vi una esperanza, lo ultimo por lo que quise luchar , lo ultimo por lo que quise vivir.