Inicio: Mi nuevo hogar

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En un campo no muy lejano y muy escondido, se sitúa una casa muy especial. Aquí llegan aquellas personas con un poco más de dinero que necesitan recibir una rehabilitación de urgencia y muchos terminan quedándose en ella, haciendo de esta su hogar.

Esta historia comienza con un joven adolescente recién cumplido de su mayoría de edad, enojado con la vida y las circunstancias que lo llevaron a llegar a ese lugar. Nunca estuvo de acuerdo con ser internado y no le veía la solución a su problema pues creía con toda su alma que eso no era realmente un problema. No era drogadicto ni alcohólico como para ser tratado así, no estaba loco.

Hijo, esto es por tu bien. –Recordaba esas palabras cada mañana de su estancia ahí, luego de despertar encerrado en aquella habitación. No debía mentir era una enorme habitación con todos los lujos. Una buena cama, baño para él solo, amueblada al más puro estilo del siglo 19. Tenía un hermoso ventanal que daba al balcón por el cual solía mirar el paisaje. Si, le gustaba. Aun así seguía en desacuerdo con tener que vivir una vida alejada de su ciudad, de la tecnología y recibiendo tratamiento para lo que decían llamar problema.

¡No es un problema!

¿Qué no es un problema? –El asistente del doctor, un muchacho joven probablemente uno o dos años mayor que él, llegaba como todas las mañanas a ver como se sentía y si necesitaba algo. Durante las primeras semanas recomendaban no salir de las habitaciones hasta que ya se sintieran asumidos a tener que vivir meses ahí, luego de eso se les permitía conocer el lugar y sus alrededores. Como cada día, el de la gran sonrisa, hacia su análisis. –Hoy tienes autorización para bajar y desayunar con el resto. –YuGyeom sonrió, sintió aquella noticia como caída del cielo. Solo quería abandonar el encierro de aquella habitación, aunque fuera solo estar en el primer piso de aquella casa.

¡Gracias! –Young Jae le sonrió de vuelta y abandonó el lugar dejando su puerta abierta. YuGyeom ya vestido no dudó en comenzar a recorrer lo que era el largo pasillo. Su atención se posó en el número de puertas, su dormitorio era el último. Vio que todas las puertas estaban abiertas ¿Era el único al que no le permitían salir? Caminó hasta la escalera que le pareció infinita. Bajó lentamente, tímido de lo que podía encontrarse abajo. Al terminar su lenta búsqueda dio con aquel comedor digno de reyes y observó a otras seis personas sentadas dándole miradas de vuelta, ahí resurgió nuevamente el motivo por el que estaba ahí. No quería volver a ser encerrado por lo que disimuló bastante bien aquel problema e incomodidad. Inmediatamente al ser visto uno de los huéspedes, probablemente paciente de aquel lugar, no se hizo esperar.

¡HOLA AMIGO NUEVO! ¿COMO TE LLAMAS? ¿DE DONDE VIENES? ¿POR QUE ESTAS AQUÍ? ¿DROGAS? ¡ERES GIGANTE! ¿QUE EDAD TIENES? ¿QUIERES VER MIS MUSCULOS? SOY MUY BUEN AMIGO, JUNTATE CONMIGO. ¿QUIERES HABLAR?

¡JACKSON DETENTE! –Mark gritó exaltado, al borde de una crisis. JaeBum de inmediato tuvo que asistirlo pues era probable que comenzara a llorar. YuGyeom estaba perplejo, no era el recibimiento que buscaba. Tragó saliva más nervioso de lo que estaba. Sentía que las miradas lo asesinaban, sobre todo la de aquel moreno de labios abultados, tenía una mirada felina y eso no le agradaba. No ayudaba en nada a lo que sentía en ese momento.

Con la situación calmada y luego de un vaso de agua, JaeBum logró que todo volviera a la normalidad. –Chicos, él es Kim YuGyeom. Es nuestro nuevo huésped, tiene 19 años y se quedara aquí hasta su recuperación.

¿Por qué estás aquí? –habló el que incomodaba al recién llegado.

Yo... no lo se. No creo tener un problema. –Cuatro de ellos rieron. Pero al notar que el nuevo integrante hablaba en serio, callaron.

I'm so crazy~ [En Pausa] Where stories live. Discover now