- Capítulo 1 - Febe

58 1 0
                                    

Así que lo conseguí, por fin estoy terminando mi master en finanzas, mis padres están muy orgullosos, aunque les costó un poco acostumbrarse a la fabulosa idea de su pequeña hija yéndose de casa. Tengo la leve sospecha que enloquecieron no porque quisiera seguir estudiando, creo que fue por el lugar donde me aceptaron, y debo decir que ejem, me becaron por excelencia académica, -si, lo sé suena increíble, ¿no? Digo es de locos!!- en la universidad de Texas, - gracias, gracias! - ustedes pensarán ¿qué tiene de malo?, bien les diré, toda mi familia es de Chile ese hermoso país al fin del mundo.

Aunque realmente no estoy segura por qué perdieron los papeles con la noticia, me refiero, ya tienen a dos polluelas fuera del nido, que vuele otra más no es tan malo, verdad? No es por ser mala pero aún les queda un picaflor más, -todos sobrenombres de mi padre, nos compara con aves todo el tiempo-. Era tiempo de moverme, de independizarme, los amo con todo mi corazón, pero desde que Sussana y Rosa se casaron me sofocan con tanto amor.

Sí, volvamos a por qué enloquecieron, n°1 no estoy casada, n°2 no tengo un trabajo, y n°3 no estoy casada, mi familia es muy tradicional, no logran entender que su bebé quiera posponer lo más posible lo de ser mamá y dueña de casa, que prefiera estudiar, y trabajar. No vayan a pensar que estoy chiflada, jajaja quizá si lo esté (al menos a la vista de mis padres), este punto de vista es sólo temporal hasta que ahorre todo el dinero que necesito para irme a recorrer Europa en mi hermosa Alex -mi moto-, hasta entonces no me queda nada más que juntar títulos y cobrar mucho dinero por mi trabajo.

Bien esto sucedió hace dos años, viajé, me instalé, y luego de unos sacrificados meses por fin estoy terminando mi penúltimo semestre de la maestría, me queda terminar mis exámenes y tendré unas pequeñas vacaciones antes de comenzar con el último semestre. Por eso YUPI! Cuando llegué me costó casi un mes completo dejar de perderme entre los departamentos de estudiantes junto al campus, y los edificios que me tocaba clase. En mi hermoso país Chile, las universidades no son tan grandes como acá, es decir tienen varias facultades cada una, un par de edificios, pero esto es completamente diferente, es que son pequeñas ciudades!!! No sé cómo no se pierde todo el mundo. Aunque me hice un mapa, para llegar a todas partes me costó muchísimo ubicarme, así que si no fuera por Rome seguiría llegando tarde a cada clase.

Ay, casi no les presento a Rome, él es un sueño, simplemente es el hombre más tierno, atento, y condenadamente guapo hombre que pueda pisar la tierra. Creo que estoy enamorada de él, aunque es realmente perfecto, se le nota a 20 kilometros lo jugador que es, no podría arriesgarme por más perfecta piel oscura que tenga, esos labios malditamente pecadores, y esos ojos, ay mamá que esos ojazos color miel que tiene, hace que a toda persona que tenga ovarios salive ante su presencia. Pero aunque yo no lo haya visto en acción con todo eso del coqueteo, sé que debe estar con una chica diferente cada noche, al menos las noches que no está conmigo.

-Hey! ¿Febe por qué carajo no contestas tu teléfono? te he llamado como 50 veces-

-Rome! la puerta estaba cerrada! ¿Cómo entraste?-

-Pequeña, es que no me contestabas y usé la llave de las locas- Rome hablaba mientras se paseaba por mi diminuta cocina/comedor/sala de estudio, que va, si sigue así golpeará algo.

–Rome, estaba ocupada repasando mis notas para mañana, ¿feliz?- estaba muy feliz de verlo, no sabía cuan concentrada estaba hasta que vi sus manos sobre mi mesita sin oírlo entrar.

- Bueno mi Latina ahora que tengo tu atención, y sé que un vagabundo no te estafó ni se quedó con tu dinero-

-¿jamás dejarás pasar eso verdad?-

-como decía- inclinó su rostro hacia el mío -vengo a invitarte para tomarnos nuestro jueves de sólo Rome y Febe en Blue's – Blue's era un bar al cual iban muchos de nuestros compañeros, pero el día jueves era mi favorito – Vamos pequeña, es nuestra noche, tú, yo y un montón de ebrios en la noche de micrófono abierto- dijo mientras apoyaba su cadera contra mi mesa, justo a mi lado, ¿podrá escuchar lo rápido que va mi corazón en este momento?

– ¿Chica estás siquiera escuchándome?, ¿estás escuchándome?- esto último lo dijo en un español tan malo, eso lo hacía aún más perfecto.

Sí hombre te escuché a la primera, sólo estoy pensando si debería quedarme estudiando o acompañarte-

-Nunca me abandonarías en un jueves, no puedes- Rome hizo un puchero tan encantador que me vi tentada a lanzarme sobre él y besar ese carnoso labio.

- Está bien iremos, pero déjame 5 minutos para arreglarme-

Ya estábamos listos para irnos cuando el sonido de mi computadora me distrajo un segundo - Rome, espera un segundo que voy a chequear el mensaje primero, puede ser mi papá-

- Claro nena, te espero fuera- dijo el guapo hombre mientras salía a el pequeño pasillo fuera de mi departamento.

Me dirigí a mi laptop que estaba sobre mi pequeña mesa de comedor, efectivamente, ja! Debería ser adivina, podría ganar dinero extra sólo por decir cosas obvias. Abro el mensaje que me da directo a un link de descarga, mientras se cargaba pude apreciar que era uno de estos cursis partes de matrimonio, aggh tendré que inventarme una buena excusa para el matrimonio de quien sea, después de todo he evitado viajar a casa desde que llegué a estados unidos diciendo que tenía que ahorrar cada centavo.

Oh no, esto no me puede estar pasando.

Aún es demasiado pronto.

-Febe si te demoras tanto en ver un simple correo comenzaré a preguntarme sobre tu agilidad mental. Hey nena ¿qué sucede?- Rome habló con la preocupación en su tono y marcando todas sus hermosas facciones.

-Mi hermana menor se casa- fue lo único que logré articular en un susurro de voz.



LatinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora