Prólogo

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-No puedes hacer eso!! - ella estaba furiosa

-Claro que si! Ese era el plan desde el inicio - lo dije como si fuera lo mas obvio

-Lo destruirás! El te ama - empezó a gritar 

Odiaba que me griten y si no paraba esto, se iba a salir de control y no quería terminar en una discusión grave con ella

-Sabes que? Dejemos esto de lado no quiero pelearme contigo por estupideces - di media vuelta y sin más que decir salí de la habitación 

Es mi mejor amiga, le cuento todo pero este plan no se lo quería contar porque sabia  que reaccionaria de esa manera.

Es normal para cualquier persona pensar de la manera en que ella pensaba, no la culpaba, era muy maldita por hacer esto, pero era mi única solución.

La cabeza me dolía, por el pequeño reproche de mi mejor amiga y aunque tenia razón en estar así, pero no lo iba a aceptar. Tantas cosas en mi cabeza, realmente debía pensar bien en esta estupidez que estoy haciendo aunque también debo pensar en mi futuro, no tengo nadie mas que me apoye que el idiota de Max, mi familia prácticamente me habían dado la espalda, vivía en un cuarto (si es que en realidad se podía llamar cuarto a esa ratonera en la que vivo) que con años de ahorrar, me compré por cualquier cosa, pero ha decir verdad en ese cuarto no había nada mas que cajas donde estaba mi ropa y un colchón que mi mejor amiga me había regalado, daba lastima y por eso este plan lo manejaba con cautela.

¿Qué harías tú si no tienes manera de sobrevivir económica y tantas ganas de estudiar y poder superarte y callar a todas las personas que te dieron la espalda y decían que no podías y la única persona que te puede ayudar será la misma a quien tendrás que lastimar por tu conveniencia?

A pesar de tener 18 años, la vida me había dado muchos golpes, tantas cosas sucedieron en mi casa, era como si la vida se empeñaba en que todo sea malo, como castigandome por algo.

Ella debía comprender mi situación y el porque hago todo esto.

Anduve caminando sin rumbo más de tres horas hasta que sentí que era totalmente inútil escapar de tal situación así que decidí mejor volver al cuarto.

Me acosté un rato sin apartar la vista del techo, no tenía un pensamiento en específico, una parte de mi quería levantarse  para realizar los deberes que se me habían acumulado para mañana  pero al final no me importaba mucho en este momento.

La puerta se abrió mostrando la silueta de mi mejor amiga, podía decir que su cara era cómica ya que era muy gracioso verla enojada con el ceño fruncido su respiración agitada como si hubiese corrido una maratón el cabello alborotado, iba a reírme lo juro pero sus palabras me dejaron helada.

–Terminaras perdiendo o lastimada

Y dicho eso cerró la puerta con toda la fuerza que tenía haciéndome estremecer

Okey ahora si se enojó y tal vez tenga razón pero no me importa.

Mi celular empezó a sonar con la canción de I hate you i love you que estaba personalizada para cuando Max llame...

Aquí empezamos de nuevo

UNA MENTIRA PIADOSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora