Aejeong [BTS]

Cap 1.1 (Shiku)

Estoy durmiendo ya que mi madre no ha querido despertarme para despedirme de ella, duermo abrazada a mi peluche de Yuri on Ice , ya que es el que me acompaña cuando tengo miedo y estoy sola durmiendo (a mis 14 años aún tengo pesadillas que te dejan sin dormir durante noches). Últimamente tengo esas típicas pesadillas que te atormentan durante semanas, ni si quiera sé cómo puedo estar durmiendo a estas horas de la mañana porque llevo durmiendo ya diez horas desde que terminé de hablar con Ariku (mi única y mejor amiga). Cuando por fin abro los ojos, sólo escucho la puerta cerrarse, suponiendo que mi madre ya se ha ido y que el supuesto niñero ha llegado. Compruebo con mi oído si está viniendo hacia aquí (cosa que no quiero que pase),  un poco nerviosa por si se acerca y a la vez curiosa por saber de su aspecto. Lo único que sé de él, es que es un chico con horario un tanto ocupado pero que trabaja de niñero en sus tiempos libres. Mi pregunta es: "Si dice tener el horario tan apretado, por qué no va a descansar a su casa en vez de cuidar a niños que pueden llegar a estresarte más de lo normal?", yo no lo sé, pero intentaré preguntarle si al menos podemos llevarnos bien y si me dejará ver a Ariku de vez en cuando mientras esté "cuidando de mí", porque no podemos estar tanto tiempo sin vernos, ya que somos como hermanas de diferente madre y somos inseparables a más no poder.  Anoche tuve una conversación con ella y intentaremos hacer lo que sea para vernos, así que durante el tiempo que estén nuestras madres de viaje, obviamente tendremos que vernos de vez en cuando aunque sea dos veces por semana.

Oigo los pasos a los que tan atenta estaba para escuchar y me hago la dormida, ya que seguramente mi madre ha dicho que tengo fama de vaga y que estoy todo el día durmiendo. En cuanto cierro los ojos, la puerta se abre y escucho unos pasos acercándose a mi cama, en realidad estoy un poco asustada, ya que mi madre me ha dejado sola con un hombre al que ninguna de las dos conoce y que va a estar conmigo durante este tiempo que mi madre esté viajando hacia un país que ni siquiera me dijo. 
Ciertamente, también estoy asustada porque no tanto mi amiga como yo no sabemos del paradero de ellas y posiblemente no tendremos ningún tipo de forma par comunicarnos con ellas, pero de todos modos, creo que con este niñero no lo pasaré tan mal como decía anoche.
Siento una mirada encima mío y sé que es él, aquel chico del que mi madre me hablaba, y como no puedo aguantar más para saber su rostro, decido hacerlo: abro los ojos y lo miro. Me quedo muy sorprendida al ver su rostro no totalmente al descubierto gracias a unas gafas de sol, lleva unos jeans negros rotos, unas bambas y una camiseta básica negra, además lleva el pelo del mismo color, así que supongo que su color favorito ha de ser el negro. Me quedo mirándole ya que aunque no le vea entero tiene las facciones de la cara, la forma de su cuerpo, su pelo y sus expresiones igual que mi ídolo de mi grupo favorito: Min YoonGi, más conocido como Suga.
Aunque no pueda tener contacto directo con sus ojos sé que me está mirando, y en cuanto yo abro los ojos, él me dedica una sonrisa que, cuando yo veo, hasta mis mejillas se tornan rojas.  Los dos nos miramos atentamente hasta que él por fin decide romper el silencio.
—Hola, creo que ya sabes quién soy, no?— dice con esa sonrisa que se no se le borra de la cara.—Tu madre se acaba de ir, y voy a ser tu niñero. Voy a hacer todo lo posible para que tengamos momentos muy divertidos. ¿Qué te parece?— Asiento muy sorprendida por su amabilidad y sigo atenta a él, pero no soy capaz de decir nada, ni siquiera una palabra.—Pero háblame—dice riéndose levemente—al menos dime cómo te llamas, tu madre no me ha dicho nada.—
—Sh-Shiku...— digo tímida porque estoy un poco incómoda.
—Shiku... Qué nombre tan bonito— dice sonriendo ahora dulcemente y hasta a mí me hace sonreír también.
La verdad es que, me pica mucho la curiosidad por ver su rostro al completo, sin gafas. Decido tender la mano, y cuando estoy apunto de quitárselas, él me coge de la muñeca con fuerza para asegurarse de que no me puedo mover. —¿Quién te ha dicho que puedas quitarme las gafas?— dice en un tono que me pone aún más nerviosa, ya que aparte de hablar así está serio.
—Lo siento...— es lo único que se me ocurre decir y las únicas palabras que me salen para decirle. —N-no preten...—.
Me interrumpe poniéndome su dedo índice en mis labios, haciendo que le mire.
—Tranquila... No tienes por qué preocuparte, no te haré nada, soy tu niñero.— Dice con una risita y sonríe como antes, mientras que poco a poco se va acercando a mí, a lo que yo respondo separándome.
—¿Q-qué estás haciendo?— Digo sorprendida mirándole.
—Si te dejas, mis acciones responderán a tu pregunta— dice y mis pensamientos empiezan a ser algo inadecuados para la edad que tengo.
—No pienso dejar que alguien a quien no conozco haga lo que sea conmigo, como mi niñero tienes que cuidar y tienes que ser bueno conmigo y no hacerme nada indebido— le suelto de golpe y parece un poco enfadado. Veo como me coge de la otra muñeca, bruscamente se acerca a mí y pega sus labios a los míos mientras que yo estoy totalmente inmóvil, sin poder decir una palabra como antes, y sin tampoco poder apartarle para que deje de besarme sin ningún tipo de consentimiento mío. Al final no me queda más remedio que seguirle el beso que tan poco me esperaba que pasara y menos nada más conocer a este chico.