3.- Adiós esperanza.

6 1 1
                                    

18:46 del 21 de septiembre*

-¿Qu-qué? -respondió sin casi poder respirar.- ¿Quiénes sois vosotros?

-Niñato imbécil, eso es confidencial, al igual que todo lo que ese anciano loco te ha contado. -declaró mientras iba acercándose poco a poco.

Dave, seguía estando en la misma postura tan vulnerable que no le permitía escapar. Necesitaba ayuda, y nadie allí le vería, por desgracia. Tanto era el terror que le había infundido, que no podía gritar para salvar su vida.

-No te asustes, chavalillo. No te va a pasar nada... -musitaba estando cada vez más cerca del cúmulo de cajas donde estaba él, totalmente inmóvil.

Más temprano que tarde, la adrenalina que Dave estuvo guardando en lo más profundo de su ser volvió a resplandecer.

Sin pensarlo demasiado y temblando, se levantó rápidamente, y cogió varias de las espinas de un pescado proveniente de aquel restaurante, para poder clavarselas en algún punto clave, como hizo cierto día...

Aquel hombre no se olvidó de él e intentó knockearlo, aunque frustradamente no conseguía acertarle ningún puñetazo ni rodillazo.

-¿Eh? No eres tan blandengue como pareces. Dime, ¿por qué te resistes tanto? Por lo que veo, eres tan sólo otro niño inútil sin un futuro decente, seguro que vives por estos callejones a costa de basura y ayuda pública.

Sin que pudiese ni verse, Dave le atravesó parte de la encía superior con la espina punzante que portaba, dando un saltó casi inhumano.

Acercándose hacia su cara, le contestó:

-Puede que sea todo lo inútil que quieras, pero me enfurece que alguien como tú lo diga.

Ahora los roles se habían intercambiado, ese señor, tan robusto y alto, era ahora el cobarde sin agallas, mientras que Dave era, precisamente, su peor pesadilla.

Dando un salto hacia atrás, Dave intentó descansar de su exagerado esfuerzo físico.

-¿Qué...? ¿Ya no tienes nada que decir? -comentó mientras se recomponía de su fatiga.

La atmósfera se volvió ambigua y misteriosa por ciertos instantes. Sobretodo cuando empezaron a emanar carcajadas del que, en su momento, era un buen empleado.

-¡Tú, niñato!¡No sabes nada! -exclamó con una expresión de terror y felicidad psicótica, estando chorreado de sudor.- Él no tolerará este tipo de conduct... -frenó en seco a causa de la hemorragia producida en su boca.

Tosía una cascada de sangre, remojando todas las cajas y trapos que había a su alrededor, mientras Dave le miraba con una expresión de indiferencia.

-Cof... Cof... ¿Qué coño me has clavado? Es imposible que sangre así por una mera espina.

-Ah, bueno. Por lo que veo ya se te ha infectado la herida, deviste de tener más en cuenta el lugar en el que estamos. Aunque, eso sí, los cristales son cortesía de la casa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 02, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Poder InversoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora