Un fuerte dolor de cabeza la mantenía aún con los ojos cerrados. Aun se sentía mareada y no era consciente de donde estaba.
¿Que había pasado?- se preguntó pudiendo ya abrir los ojos. Miró a su alrededor. Se encontraba en una cómoda cama con suaves sábanas. La habitación estaba decorada sencillamente; una cama, una mesa de noche, un armario de ropa y unas cortinas blancas que se mecían al compás del viento. -¿Qué pasó?-preguntó sin esperar respuesta.
_ Estás en la mansión Asakura; en la habitación del señor Hao.
Se sobresaltó e instintivamente salió de la cama como tratando de huir de algo.
_ Oh, disculpe. No quería asustarla, señorita.- Escuchaba claramente su voz pero, ¿la voz de quién?
_ No puedo verte. ¿Quién eres?
_ Oh, discúlpeme.- contestó mientras aparecía de repente frente a ella la figura de un animal pequeño y de largas orejas.
_ Pero... Eres un conejo. Que lindo eres. Mi nombre es Pilika. ¿Cuál es el tuyo?
_ ¡Ah, favor que me hace, señorita! Usted también es muy bella. Yo soy Elliot. Un placer estar ante usted- dijo mientras hacía una reverencia como si se estuviera frente a una reina.
_ Gracias - respondió sonriendo. La verdad era que el alago la hacía sentir como nueva. ¿Cuando fue la última vez que recibió un cumplido así? Ya lo había olvidado. - Dijiste que está era la habitación del señor Hao. ¿Como fue que llegué aquí?
_ Pues, el la trajo. Usted se desmayó en medio de la calle, ¿recuerda?. Bueno, el caso es que por poco la atropellan. Suerte que el señor Hao es muy rápido. La cargó hasta aquí y me encomendó que la cuidara hasta que despertara.- dijo mientras se acomodaba su traje. Hasta se parecía al conejo de Alicia en el país de las maravillas.
_ ¿El hizo eso... por mí? - Por una simple humana. Debía admitirlo, eso la halagaba. Le hacía sentir muy bien. Especialmente por el hecho de que entonces, lo que su hermano le contó era cierto; Hao Asakura había cambiado para bien.
_ Oh, si. El señor Hao le quiere mucho.
_ ¿Qué?
_ Pues es que...
No pudo terminar la oración puesto que fue interrumpido. La puerta se abrió repentinamente mientras un Horo-Horo entraba por ella como si su vida dependiera de ello.
_ ¡Hermana! ¿Estás bien? ¿Que tienes? ¿Qué pasó? ¿Por qué no me dijiste que venías? ¿Estás bien? Dime qué fue lo que te paso, por favor. Dim...
_ ¡Hermano! Estoy bien. Solo fue un mareo. El señor Hao me ayudó. No recuerdo mucho pero quiero darle las gracias. ¿Sabes dónde está?
_ Este no es el momento de agradecer sino de descansar y... ¿Por qué te trajo a su habitación?
_ No lo sé. Supongo que lo hizo sin pensar. Me desmayé. Ya estoy bien.
_ Sigues muy pálida.
_ De acuerdo, quizá solo siga algo cansada pero nada grave. Estoy bien. ¿Puedes llevarme con el?
_ De acuerdo. Ven.
Y así fue como los tres se encaminaron hacia la sala de la casa donde Anna, Yho y Hao se encontraban.
_ Hao, mi hermana quiere agradecerte y yo también.
_ Muchas gracias, señor.- dijo haciendo una reverencia.
_ No... No fue nada. Espero que ya estés bien.
_ Si, mucho mejor. Gracias. - ahora que le observaba bien estaba muy cambiado. Aunque era casi idéntico a Yho, por obvias razones pues eran gemelos, Hao desprendía un aire más maduro. Estaba más alto, fuerte y guapo. - Muy guapo- pensó sintiéndose avergonzada. La verdad es que la edad le había hecho muy bien al Shaman King. - Hola a todos. -saludó recordando que habían más personas que le respondieron con alegría. Hacía mucho que no se veían.
Luego de la cena, comieron helado juntos. Yho insistió para que Hao también se les uniera y así fue. Rieron,charlaron y tuvieron una feliz velada. Luego cada uno se retiró a sus habitaciones asignadas.
Ya en la penumbra de la noche, en el techo de la mansión, se encontraba nuestro joven Shaman King. Meditaba mientras acariciaba a Elliot quien, luego de que Pilika se quedara dormida, fue a informarle a su amo.
_ Señor Hao, ¿A usted le gusta la señorita, verdad?- no recibió respuesta. Y la respuesta entonces fue muy clara.
_ Quién calla otorga, ¿Verdad, hermano?
_ Cállate, Yho. - este solo soltó su risa característica. Luego del montón de preguntas que le hizo el tarado de su gemelo junto con su cuñada, ya no tenía caso evitar ser descubierto porque ya lo estaba. Maldita sea la vil habilidad de Anna para descifrar en los ojos de todo mundo.
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Llegaste tú.
RomanceEsta historia la subí en fanfiction.net hace tiempo y hasta ahora me animo a continuarla. -------- Pareja principal Hao/Pilika. Si gustan alguna otra pareja para resaltar un poco, con gusto aceptaré sus opiniones. ¿será capaz de declarar su amor po...