decepción

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Me demostraste que no sos lo que creí que sos, y por mí misma descubrí que no eras lo que decías que eras. Me aventuré por otros de tus recuerdos y entendí que no soy tan irreemplazable como creí que era. Había creído poder sentirte y después comprendí que, o bien el sentir no existe, o muy bien lo sabes fingir. Fingir. 15 años no son nada. Nada si 9 de esos 15 fueron mentiras, unos aproximados 3 tirado en el sofá, alguno que otro ignorando. Sin valorar. Viviendo el día a día. Y si sumamos sobra 1. Ahí podríamos reunir el tiempo en el que sabías que se iba a terminar. Ahí disfrutabas. Tomabas fotos. Paseos por la playa. Porque sabías que se terminaba. Así como los que empiezan a vivir cuando son conscientes de que van a morir, así como los que empiezan a escribir cuando son conscientes de que hay que vivir.

Tormenta de papelWhere stories live. Discover now