Huir de mi no fue la solución,
cuando te acercas el aire huele a lluvia,
Lluvia que acompaña una sonrisa eterna,
Que no merece sufrir pero que sufre por hacer sufrir,
Me pones de cabeza con todos esos truenos y le das luz a mis días con tus relámpagos eternos, que brillan cual sonrisa en un día soleado.
Más sin embargo tú eres una tormenta que me hace sentir en el calor del primer día de verano.
Ya que tu lluvia se siente como el calor que proporciona el sol a la gente,
Pero en mi remendado corazón.
Que a quedado a la intemperie y
Se arrepiente de tu indecisión permanente y su devastar.