Una boda muy especial (Sailor Moon)

Capítulo 2: Betria

— Taiki, Minako será mi esposa y no hay más —aseguró Yaten.

— Sí, pero Betria es tu prometida formal —insistió Taiki—. No hablaste con ella, por lo tanto no disuelves todavía tu compromiso. Si Minako se llega a enterar, ella...

— ¿Y quién se lo dirá? ¿Ustedes? —preguntó Yaten molesto.

— Por supuesto que no. Pero creemos que debes ser sincero con tu futura esposa. Betria es tu verdadera novia —dijo Seiya.

— No tenemos a nuestros padres con nosotros y lo lamento mucho, pero ellos fueron quienes dieron el visto bueno a esa relación. Yo nunca le dije a Betria que nos casaríamos —explicó Yaten levantándose de su asiento.

— Aunque también es cierto que nunca le dijiste que NO se casarían. Te gustaba Betria, por eso aceptaste que fuera tu novia —le recordó Seiya.

— No puedo creer que me digan todo esto. Saben que lo hice por mis padres —dijo Yaten defendiéndose.

— Por lo mismo, Yaten. No estamos culpándote, pero es necesario que aclares las cosas... tu futura esposa merece saber la verdad y Betria también. ¿Qué pasaría si ella aún te espera? —dijo Taiki intentando calmar a Yaten.

Mientras, en la habitación de Minako, todos hablaban animados.

— Minako, ¿no extrañas a tu familia? —preguntó Luna.

— Me gustaría que mis padres estuvieran aquí en mi día especial, pero no se puede y al menos los tengo a ustedes, con eso es suficiente. Además, Yaten también contará solo con la presencia de algunos amigos cercanos —explicó Minako.

— ¿Qué fue lo que ocurrió con los padres de Yaten? —preguntó Makoto.

— Ellos fallecieron muy jóvenes —respondió Usagi.

— Así es —continuó Minako—. Fue un poco antes de que despertaran como Sailors... ninguno de los chicos habla mucho de eso, así que no lo tengo claro, pero no tienen más familia.

— Entiendo —dijo Rei, como analizando la situación—. Tengo una duda, ¿las Sailor que han despertado, son mujeres o también pueden cambiar su forma como los chicos?

— ¿Por qué preguntas eso? —preguntó Makoto.

— Bueno, lo siento... no quise ser entrometida. Es que si es así, bueno... Makoto y yo podríamos tener pareja para la boda —explicó Rei, al mismo tiempo que reía estrepitosamente.

Todas quedaron en silencio mirándola con asombro y luego rieron, Makoto se había ruborizado por la declaración de Rei.

— ¡Qué cosas piensas, Rei! —dijo Luna suspirando.

— Bueno, la verdad —Minako habló, pero se interrumpió para reír unos segundos—... lo siento, pero son completamente chicas, además de ser muy jóvenes, solo tienen 15 años.

Rei y Makoto parecían desilusionadas. 

De pronto, en el corredor, una enérgica discusión interrumpió la conversación de Minako y sus amigos.

— Que en tu boda haya pasado de todo, no significa que en la mía también —espetó Yaten muy alterado.

— ¡Eso no fue mi culpa! ¡No digas tonterías! —respondió Seiya en el mismo tono.

— ¡Basta! Harán que todos se despierten. Estamos en el palacio, ¡compórtense los dos! —intervino Taiki regañando a ambos.

El grupo salió al corredor para ver qué ocurría, los chicos cambiaron su expresión de inmediato.