Minako caminó hacia el altar, la gente se sorprendió al ver a la radiante novia y a su apuesto compañero, quienes avanzaban por el camino de pétalos con estilo y distinción.
Luna reconoció de inmediato al apuesto joven que llevaba a la novia hasta el altar, ese era su Artemis, podía notarlo en su tierna mirada.
Yaten sonreía con nerviosismo ante la belleza de su novia; Usagi y Seiya se miraron entre sí, no podían creer que el hombre que acompañaba a Minako fuera Artemis.
Cuando Artemis dejó a Minako en el altar, se sentó junto a Luna, quien lo observaba y analizaba con admiración.
La ceremonia comenzó, todos escuchaban en silencio. El ministro preguntó si los novios querrían dar sus votos, Minako asintió enseguida y habló.
— Yaten, sé que hemos pasado por muchas cosas, pero quiero que sepas que eso no ha hecho más que aumentar mis sentimientos hacia ti. Prometo que te seguiré amando con todas mis fuerzas, con tus virtudes y defectos, con tu sonrisa y con tu mal carácter, y aún que diga lo que diga, haga lo que haga, sufra lo que sufra, duela lo que duela, sea como sea, de cerca o de lejos: siempre te amaré, porque siempre serás mi príncipe azul.
Cuando Minako terminó de hablar, estaban todos emocionados, incluso el Ministro. Kakyuu pidió prestado un pañuelo. Artemis se encontraba ensimismado en las bellas palabras de su amiga, Luna suspiraba, Usagi y Seiya se miraron con amor, Makoto y Rei se abrazaron conteniendo las lágrimas y Taiki...
— ¿Taiki, estás llorando? —preguntó Ami con asombro a su novio.
— N-no... yo... tengo una basura en el ojo —dijo Taiki entre sollozos. Ami entrelazó su mano con la de Taiki con ternura.
Yaten estaba mudo ante las palabras de la rubia.
— Minako, es lo más... es lo más hermoso que alguien me ha dicho en la vida —murmuró Yaten con las mejilas ardiendo—. Quiero que sepas que yo... te amo tanto que, incluso soy capaz de decirlo frente a otras personas. Soy capaz de sonreír más desde que estás a mi lado. Prometo hacer del camino de nuestro matrimonio mil aventuras; Prometo que no me importará si engordas o adelgazas o si envejeces, porque te amo tal cual eres; Prometo defenderte ante los demás, incluso con mi vida y prometo asegurarme que no estoy simplemente hambriento antes de ponerme de mal genio.
Minako sonreía al mismo tiempo en que sus ojos se humedecian de la emoción.
— ¡Ya paren, por favor! —murmuró Taiki intentando contener las lágrimas.
Algunos de los presentes le escucharon y rieron.
— Eres muy sensible, Taiki —comentó Ami apoyando la cabeza en su hombro.
Taiki solo la miró, no podía seguir hablando o lloraría.
El ministro pidió las argollas. Seiya por ser el padrino, se las entregó. Luego de colocárselas, el Ministro los declaró marido y mujer. Los chicos apenas rosaron sus labios, los presentes rompieron en aplausos.
— Lo que dijiste fue hermoso. Este día es el más especial de mi vida —dijo Minako.
— Es una boda especial, porque la novia es especial y ahora es mi compañera para siempre —le dijo Yaten.
Luna miraba a la pareja llena de emoción, Usagi se acercó a ella y la tomó entre sus brazos.
— Tengo que hablar contigo — dijo Usagi, caminando por el jardín con Luna entre sus brazos.
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Una boda muy especial (Sailor Moon)
Fanfic¿Leíste "Mi promesa pendiente"? ¿Leíste sus sucesoras? "Una boda muy especial" relata los suceso ocurridos entre el capítulo seis y siete de "Mi destino eres tú" ¿Querías saber cómo fue la boda de Minako y Yaten? Entonces, esta historia no te la pue...