Him

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Fue como magia, la primera vez que había saltado en alguna entrada hacía el mundo de los humanos.

Qué si tenía miedo... claro que lo tenía, pero no podía mostrárselo. Mi orgullo de hombre puede más que el miedo que siento.

Al llegar al mundo de humanos que de hecho no fue ni un segundo, abrí los ojos. Estábamos en un lugar solitario, en medio de árboles; un parque pero esa parte estaba completamente sola.

—Por aquí

Dijo Andrik tomando mi mano.
De alguna manera eso me hacía sentir con más confianza, aunque ella igual era una desconocida a la cual elegí para que sea mi esposa.
Había un gran lago donde patos nadaban junto a sus pequeños patitos. Había más árboles y algunas cosas raras donde decía "Área de niños" parecían juegos de tortura, no los había visto antes.
Había ardillas corriendo y jugando con otras, parecían felices.  Seguía caminando observando aquel solitario parque que no pude escuchar el ¡Cuidado! De Andrik cuando caí al agua de aquel lago. Andrik comenzó a reír tan fuerte al ver cómo había tropezado con aquella piedra y quedar empapado. Salí de un solo salto y gruñí caminando.

—Oye..–Dijo entre risas–. Eres hechicero, sólo , no sé haz un hechizo.

—No puedo y no quiero. Sólo quiero que vayas por tu ropa y nos larguemos de aquí. –chasqueé mis dedos para secar mi ropa mientras seguía caminando sin rumbo.

—Wow tienes problemas de furia amigo. Antes debo decirte que no vivo sola. –empezó a caminar dando pequeños saltos adelantándose un poco.

—Con tus padres, supongo. –Empecé a seguirla caminando normal sin ninguna expresión en mi rostro.

—Nop, vivo con mi mejor amigo casi hermanito menor. No te dará problema alguno, es muy adorable.

Asentí, ya estaba aquí que más da. Tan solo era un pequeño.

No tardamos tanto cuando habíamos llegado. Era un lindo hogar. Pequeño a comparación a mi castillo. Ella se vería tan sonriente. Sacó sus llaves las cuales guardaba dentro de su camisa, me imagino que su ropa interior las sostenían.

Entramos al lugar; un lugar muy cálido. Justo en la entrada estaba la sala, pequeña pero cómoda. Una televisión enorme que estaba encendida. Libros tirados en la alfombra blanca. Unas cajas vacías de lo que parecía era pizza.

—Ponte cómodo. –Sugirió Andrik señalando el sofá. Asentí y me senté en el más pequeño.

Ella subió por los escalones al segundo piso. Me encantaría saber cómo es toda su casa. Tomé uno de los libros que estaban en el piso Harry Potter. 
Abrí en la página que tenía el separador; un separador bastante tierno e infantil. Era un dibujo de un pequeño gatito. No sé cómo un niño pequeño es capaz de leer un libro tan grande.

Yo leí este libro, no sé cómo llegó a mis manos cuando era pequeño, pero lo recuerdo. Alguna vez intente alguno de esos hechizos no logrando alguno. Supuse que era porque son palabras elegidas al azar.

—Hola, hola, hola, ese es mi libro.

Me sobresalté un poco pues no había escuchado que alguien caminaba hacía mi.

—Hola.

Dije en tono cortante al observar a un puberto de cabello alborotado y pijama completa de cabeza a pies. Al parecer era de un dinosaurio.

—Yo creí que a Andrik le gustaban las chicas. Tienes lindos ojos. –Hablaba y hablaba aquel enano adolescente mientras tomaba mi rostro sin permiso.

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⏰ Última actualización: Jan 04, 2018 ⏰

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