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Sun hee no podía creer que una acción tan pequeña como tomarla de la mano disparara en ella tantas emociones hacia taehyung que creía ya no existían.

De un momento a otro a Sun hee le llegaron unas tremendas ganas de probar nuevamente sus labios, de decirle que a pesar del tiempo no podía dejar de amarlo, pero al mismo tiempo tenía ganas de salir corriendo para regresar a New York. No quería sentir eso por Taehyung no quería seguir enamorada del hombre que la traicionó sin ningún tipo de remordimiento. Antes de poder  decir algo una voz interrumpió sus pensamientos.

—oh Dios mío, sun hee querida cuánto tiempo sin verte —dijo la señora kim abrazando a la castaña con una sonrisa a lo cual sun hee también sonrío
devolviéndole el abrazo — estás hermosa, no me imaginé que estuvieras  aquí hoy

La mujer sonrió al ver a Sun hee. Siempre fue muy demostrativa y alegre, sin duda su hijo menor no había heredado eso de su madre.

— Sun  hee es la organizadora de todo — la madre de taehyung se separó de sun hee sorprendida sin dejar de sonreír

— Tienes un gusto exquisito, me encanta cómo quedó todo — Taehyung se alejó dejando a su madre sola con sun hee

— Gracias  y a decir verdad su hijo ayudó mucho, yo solo junte las ideas — admitió sintiendo  una cálida sensación al ver cómo los ojos de aquella señora brillaban al ver el lugar— me alegra mucho verla — dijo sun hee sin poder evitarlo, esa mujer había sido muy gentil con sun hee desde que la conoció

— Oh cariño no quieras restarle importancia a tu trabajo, aunque mis hijos hayan ayudado esto es obra tuya y es muy hermoso. Nos preocupamos mucho cuando taehyung nos dijo que te habías ido, supongo que la pelea debió  de ser muy fuerte — dijo con una mueca— pero viéndote aquí supongo que ya está todo arreglado, me gustaría que desayunáramos algún día para ponernos al día con todo, también me gustaría contactarme con tu madre me gustaba mucho hablar con ella pero después de lo qué pasó dejamos de hablar poco a poco hasta que perdimos contacto por completo

— Oh claro que si no hay problema, y lo de taehyung yo...— la castaña decidió callarse, no era el momento de contarle  la razón por la que se fue, no quería arruinarle la noche con problemas del pasado- Bueno, eso ya quedó en el pasado y ahora ni creo que sea el momento de hablarlo

— No te preocupes. Lo lamento cariño pero tengo que ir a saludar a los invitados — dijo con una sonrisa- nos veremos luego y muchas gracias — la señora se retiró dejando a sun hee sola

A lo lejos pudo ver a taehyung platicando con victoria y eso le molestó terminando con la magia del momento. A pesar de todo esos dos seguían siendo  estando como si nada.
Victoria fue la amiga de infancia de taehyung,  pero sabía que ella  lo quería como algo más que amigos aquí la duda era si taehyung le correspondía. Lo más probable es que si, Sun hee cerró los puños de sólo pensarlo.

Tomó una copa de vino que un camarero le ofreció, salió por la puerta trasera la cual daba directo al jardín,se sentía un poco incómoda rodeada de tanta gente desconocida, lo bueno era que ya había visto a la madre de taehyung, solo de terminaría esa copa y se iría a descansar junto a su hijo.

— pensé que te habías ido— dijo alguien detrás de ella

—Solo vine a tomar aire — taehyung se acercó a ella colocándose a su lado sin apartar la mirada de la brillante luna que estaba frente a ellos

Pasaron unos minutos en silencio, lo único que se oía era el melodioso sonido del piano, aquello relajaba a sun hee.

— ¿por qué te fuiste? — sun hee agradeció en ese momento no haberle dado un sorbo al vino por qué se abría ahogado con la repentina pregunta

— No creo que sea el momento taehyung— Sun hee volteo a verlo, el la observaba atentamente con una expresión indescifrable en el rostro. 

— Solo quiero saber la razón porque decidiste causarme tanto dolor con tu partida, merezco saberlo

— No creo que hayas sufrido por mucho tiempo, la única que salió herida fui yo — habló molesta — además supongo que victoria estuvo a tu lado todo el tiempo  — una tensa sonrisa se formó en el rostro de Taehyung al oír eso

— No me digas que estás celosa. Cariño mío, lo único que hice fue amarte incondicionalmente, no creo que el amor que yo te di te haya obligado a irte, ¿o es que no sentías lo mismo? — Taehyung se acercó a ella tomándola por los brazos con delicadeza

— Por todos los cielos, ¿cómo puedes dudar de lo mucho que te ame taehyung? —habló sun hee desesperada y confundida por aquella insinuación

— No estaríamos en esta situación si me hubieras amado un poco más cariño — taehyung no despegaba los ojos de los de ella, cómo añoraba despertar a su lado, viendo cómo se sonrojaba cuando el caminaba por el cuarto sin nada puesto, el amaba a sun hee ,pero dudaba que ella lo amara con la misma intensidad.

Tomó las mejillas de ella entre sus manos y sin esperar más junto sus labios en un beso dulce y cálido.

Sun hee estaba impresionada por lo que estaba sucediendo, pero lo que más la asombro fue que sin ningún tipo de resistencia  comenzó a mover sus labios al compás de los de taehyung. Los labios de taehyung eran tibios y suaves tal como sun hee los recordaba y le entraron unas ganas inmensas de no dejarlo ir nunca más, porque a pesar de todo le seguía amando con la misma intensidad, a pesar de lograd todo lo que se propuso lo único que no había logrado era olvidar a Taehyung.

Después de unos segundos se separaron pero no se dejaron de mirar  en ningún momento. Ambos estaba cegados y asombrados por aquel maravilloso beso que los había dejado satisfechos pero al mismo tiempo deseosos de más.

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Regresando a tus brazos ◇ KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora