Borrador V

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La culpa corroe su cuerpo hasta el punto en el que respirar es difícil, jadea al sentir su corazón estrujado por la mano que estuvo estirada pero no fue atendida. El arrepentimiento sigue en su mente como un constante recordatorio de lo que pudo haber hecho en el momento en el que sus viles intenciones nublaron su juicio. Aún al borde del precipicio, el último aliento de esta culpable persona fue dedicado al ruego del perdón.

Como siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora