saturday morning // kwanzi/kwanhoon [ADAPTACIÓN]

❀; Definitivamente, sí

Para empezar, la huida no había sido la mejor, aunque fue silenciosa y rápida, seungkwan estuvo muy incómodo en el camino. Y no por tener que sostener a jihoon sobre sus piernas en el auto, sino porque aun llevaba puesto el pijama desde el día anterior.

Chan iba en su propio mundo en la parte del frente de ese mini auto, los otros dos estaban atrás tratando de entender por qué el camino era tan oscuro y estrecho.

-Supongo que es un atajo -dijo jihoon mirando al frente- no te preocupes, cuando lleguemos a un lug... hey.

-¿Qué?

-Tranquilo.

-Estoy tranquilo -seungkwan respondió, con esa maldita sonrisa de playboy que jihoon amaba.

-Deja... deja de hacer eso.

-¿Hacer qué?

-¡Boo! Chan está ahí enfrente.

-Ni si quiera nos presta atención -la pelvis de seungkwan se pegó más al trasero de jihoon, haciéndole reír un poco-, muévete.

-No Estamos en una situación par... ¡Boo!

-Te gusta, cállate.

-Sí, pero no aquí -jihoon besó los labios de seungkwan, apoyándose un poco en su hombro. Luego le habló bajito-. Quiero que estés en un lugar seguro y fuera de peligro, hasta no tener un lugar fijo, no haré nada contigo.

-Eso es castigo.

-Parece que no mides las consecuencias.

-Pero para eso te tengo a ti.

-Ya llegamos. -interrumpió chan mirando atrás, la pareja asintió al mismo tiempo.

Bajaron en silencio y mirando de un lado a otro, caminando despacio como si los fueran a descubir en algo malo. chan hizo una seña con la mano para seguir, mientras ante ellos, un complejo de casa aparecía al frente.

Parecía un vecindario normal, un lugar también muy callado debido a que aun era madrugada, pero lo suficientemente bonito como las casas de Barbie.
Seungkwan preguntó con la mirada, jihoon le contestó encogiéndose en hombros.

Chan llegó a una casa grande y bonita, mientras retiró de su cuerpo la ropa oscura, las armas y demás equipamiento que llevaba consigo, luego los miró divertido.

-Aquí estarán seguros hasta que sepan donde ir. Es el lugar más tranquilo en todo el mundo.

Chan abrió, dejando ver rápidamente a sus invitados, a cinco niñas corriendo a todas partes en la habitación.

Seungkwan sonrió un poquito, mirando a todas esas preciosas niñas jugando de diferentes maneras. La situación con jihoon no era igual, su rostro mostraba lo aterrado que estaba.

-¿Quienes son... estas niñas? -jihoon preguntó con miedo cuando Chan soltó una risa dulce.

-Son mis hijas.