-El tipo me dijo que le podía robar la tienda, bueno, su tienda.
Hoseok lo miró unos minutos, analizando la situación desde su punto de vista.
-Creo que es policía, ten cuidado Yoongi.
El rubio lo observó unos minutos antes de mover su cabeza de un lado a otro en negación.
-No, Hoseok.
-¿Y tú cómo sabes? -Contraatacó el pelinaranja. -Quizá es como en ese cuento: Hansel & Gretel. Quiere engordarte y luego ponerte en una caldera.
Yoongi rodó los ojos, a veces su amigo tenía ideas muy fuera de lugar.
-O quizá le gusto. -Hoseok soltó una gran carcajada que hizo eco en el pequeño callejón dónde se encontraban. Fue como si le hubiesen contado el mejor chiste del mundo. Por otro lado, Yoongi se encontraba desconcertado por la actitud de su amigo pelinaranja.
-Créeme Yoongi, lo de la caldera está más probable.
-¿Acaso me estás diciendo feo?
-¡No! Joder, no. Sólo que... -Hoseok soltó un gran suspiro dejando a Yoongi más indignado de lo que ya estaba. El pobre pelinegro se cuestionaba de todo. -Eres Yoongo, ese es el problema.
-¿Eh? ¿Cómo que soy "Yoongo"?
El pelinaranja se dio cuenta que la había cagado así que intento desviar el tema.
-Hace mucho frío, Hyung. ¿No quieres un café amargo como tanto te gusta? Yo invito.
Hoseok aceleró el paso, saliendo del callejón para tomar aire fresco, es que decirle a su amigo la verdad de la situación no le iba a gustar nada, lo sabía perfectamente. Yoongi se encontraba confundido, tratando de salir del callejón a paso lento. Cuando al fin pudo hacerlo, divisó a su mejor amigo ya casi en la esquina de la otra calle, así que corrió en busca de esa cabellera naranja, lo había dejado con la intriga, y nadie podía dejar con la intriga al mismísimo Yoongi.
Luego de tanto correr y casi a punto de alcanzarlo, Hoseok voltea y mira horrorizado a Yoongi. Sabía que el rubio tenía cara de "Si no me contestas la puta pregunta, dormirás en la calle."
Así que cuando el semáforo se puso en verde y estaba a punto de correr, Yoongi le gritó.
-¡Hoseok! ¡¿Acaso no soy agradable?!
Esas palabras fueron suficientes para que Hoseok se detuviese en el asfalto y entrecerrara los ojos, había llegado la hora. Retrocedió a paso lento hasta llegar a la vereda.
-Yoongi, eres muy lindo físicamente, realmente lo eres. Pero no eres tan agrable para las demás personas.
-¿C-Cómo? ¿A-A qué te refieres?
-Tu forma de ser no es agradable para algunas personas.
Yoongi sintió una punzada en el pecho, Hoseok le estaba siendo sincero, aunque siempre el rubio haya demostrado que le valía una mierda lo que los demás digan sobre él, no quita que no sea sensible ante comentarios así.
"Así que soy desagradable."
-Oh, ¿por qué nunca me lo dijiste?
-Porque eres mi mejor amigo.
-No te da derecho a ocultarme cosas así por una simple etiqueta de mierda, no sabía que le desagradaba de tal manera a la gente.
El rubio sentía como sus ojos se cristalizaban, se sentía engañado por su único mejor amigo, él tenía que decirle esas cosas para que él mejore respecto a su personalidad no para que sea un repelente para las personas que se le acercaran.
-Yoongi, cálmate. Todo lo hice por tu bien.
-¿Cómo quieres que me calme si me has mentido todo este tiempo?
Y el más bajo corrió, dejando solo a Hoseok. Se sentía muy mal, y no sabía a dónde acudir o a quién. Las palabras aún rondaban por su cabeza haciendo que llorara con más fuerza. Todo esto le estaba afectando demasiado como para resistir solo.
Luego de tanto correr, se detuvo y cuando alzó la mirada, se dio cuenta que estaba al frente de la tienda que se le hacía un tanto familiar.
Cruzó cuidadosamente hasta llegar a la otra calle, aún tenía los ojos rojos por llorar. Entró, haciendo que la campana sonara al mismo tiempo que el castaño que se encontraba en la caja alzara la mirada y lo viese un tanto preocupado. Se acercó a paso lento sin saber muy bien lo que hacía. -Hola Taehyung.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.