c i n c o

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-Es tan agradable saber que ahora vives solo. -Dijo el más alto mientras caminaba cerca a las paredes inspeccionando el lugar.

Le daba tanta nostalgia ver como estaba todo decorado, siempre fue el sueño de él y del más pálido tener su casa de esa manera, el ambiente hogareño hacía que los sentimientos de Seokjin se disiparan por todo el lugar. El pálido solo sentía demasiado resentimiento al verlo ahí parado con su hermoso rostro... Junto a sus hermosos ojos chocolate y esos labios rosados que eran su perdición. Ahora tenía el cabello de color rosado, haciendo que todo él resaltara más. Cada acción que hacía Seokjin hacía que el rubio regresara al pasado donde el más alto y él vivían el día a día con el corazón en la boca; donde el mayor lo metía en problemas sin importar qué.

No supo cuanto tiempo se había quedado emobabado observando al ahora pelirosa, él sabía que podía volver a caer en lo mismo.

-¿Sabes que sería más agradable? Que te vayas de mi puta casa. -El contrario soltó un gran suspiro antes de voltear sobre sus talones y tropezar con el cesto de basura, haciendo que este perdiera el equilibrio y cayese. Mientras caía, Seokjin se estaba preparando para el golpe que iba a recibir, pero que nunca llegó porque unos brazos lo sostuvieron rápidamente.

El rubio aún lo miraba con tanto amor como la primera vez que se vieron, aunque este era un terco de primera y lo negara, no podía evitar sentir algo por aquel pelirosa de mejillas regordetas.

-L-Lamento ser tan torpe. Y-Yo...

-No te disculpes, a veces Hoseok es muy desorganizado y deja el cesto dónde no debe. -Yoongi no había reaccionado del todo hasta que vió la posición en que estaban, sus rostros estaban a centímetros, los ojos de Seokjin miraban cada segundo sus labios haciendo que este se relamiera involuntariamente. De pronto, la temperatura en la pequeña casa subió. -Y-Yo c-creo q-qué...

-Te extrañé, te extrañé tanto. Lamento todo, lamento haberte engañado, lamento haberte hecho eso pero sobretodo lamento haber huído cuando me dijiste que querías una familia. Yo, yo simplemente fui un idiota que no te supo apreciar. Lamento dejarte solo cuando más me necesitabas, por favor, Yoongi perdóname. -El pelirosa empezaba a soltar unas lagrimas mientras su labio temblaba, él no estaba mintiendo, en serio extrañaba al rubio y estaba arrepentido de todo el dañó que causó.

Yoongi estaba sumamente aliviado, siempre esperó que su ex novio dijera esas palabras, que dijera lo muy arrepentido que se encontraba y la falta que le hacía. Solo que él ya no podía permitirse regresar con este, ¿lo amaba? Si, demonios. Claro que aún lo hacía, aquel pelirosa de voluptuosos labios no había desaparecido de su corazón tan rápido.

Solo había pasado un año de todo lo sucedido con él, pero el rubio aún sentia que fue ayer cuando tenia al pelirosa en sus piernas hablándole de sus más profundos sueños. Contándole cosas que ni a Hoseok pudo decirle alguna vez, y ahora teniéndolo así, en frente suyo, solo hacía que su corazón saltase de la felicidad haciéndole saber lo mucho que anheló verlo así de indefenso como un niño pequeño, sin toda esa faceta de persona fuerte.

-S-Seokjin, lo nuestro ya termin... -Claro que Yoongi hubiese terminado de hablar si no fuese que los labios de su ex novio se encontraban en los suyos con ese sabor dulce que tanto le gustaba y extrañaba. Y no se detuvo, empezaba a moverlos, dejando más sorprendido al pelirosa.

El primer pensamiento de Seokjin fue que el rubio lo empujaría haciendo que cayese contra el frío piso pero la reacción que recibió fue totalmente diferente a la que ideó. Lo tenía ahí, correspondiendo el beso haciendo que él fuese tan feliz. Llevó su mano hasta la mejilla del rubio brindándole pequeñas caricias, le relajaba tanto el hecho de tocarlo, saber que lo extrañaba de la misma manera que él lo hacía, y lo mejor: aún lo amaba.

Tuvieron que separarse por la falta de aire pero eso no impidió que en la cara del rubio se dibujara una sonrisa. Sintió tantas cosas con ese beso, su resentimiento y ganas de que el pelirosa se vaya, desparecieron. Ahora solo sentía a su corazón palpitar con fuerza y la mano de Seokjin en su mejilla, dándole pequeños toques que hacían que se relajara.

-También te extrañé, me hiciste tanta falta, Seokjin. Pero... -El sonido de la puerta abriéndose quitó su atención del chico que tenía en brazos.

-¡Yoongi Hyung! Lo siento mucho, pequeño. Traje dulces, ramen y un kumamon de peluche para tu colección y también para que me disculpes, sabes que te amo más que a nada pero discúlpame. -Gritó el pelinaranja, pensando que su amigo estaba en su habitación pero cuando levantó su mirada, se topó con la escena de un Yoongi sonrojado sosteniendo a un pelirosa «el cual estaba igual de sonrojado», este último se le hacía familiar. Rápidamente, el rubio ayudó a reincorporarse a su ex novio, los dos aún seguían avergonzados, aunque el rubio estaba un poco enojado porque al parecer todo estaban de acuerdo con interrumpirlo cuando tenía que decir algo importante.

-N-No sabía que teníamos visitas. -Un tanto incómodo se encontraba Hoseok por encontrarse de esa manera a su Hyung y al chico desconocido. -Creo que saldré un rato.

-No, Hoseok no te vayas. -Yoongi y Hoseok tenían la regla de no llevar a sus parejas a la casa, y mucho menos a ex's.

-¿Hoseok? ¿Tu mejor amigo? ¿Estás con él? -Interrogó el más grande mientras se acomodaba sus ropas.

-Mejor me voy, me llamas cuando acaben.
Hoseok salió, cerrando con un fuerte golpe la puerta.

¿Él no tenía motivos para hacer eso... O si?

 O si?

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