Yo los maté! <<ÚNICO CAPÍTULO>>

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Hay veces en las que te preguntas por qué naciste, si todo a tú alrededor te muestra que tu presencia solo es una molestia para los demás. Por qué traerte al mundo cuando no te quieren y jamás lo harán. Se supone que los padres son aquellas personas que te aman desde antes de nacer, que te quieren incondicionalmente y que harían lo que fuera por tu bienestar.

Nuestra madre, ese ser "hermoso" que nos ama y con la cual podemos contar tanto en los buenos y en los malos momentos, o al menos es lo que se piensa; Pero en mi vida nunca fue así, para mí una madre es ese ser espantoso, que nunca me ha demostrado una muestra de afecto, que me trata como su sirvienta y que me pega todas las veces que se le da la gana, ese ser despreciable que lo único que ha conseguido de mí es que la odie cada día más, y que mil veces preferiría que esté muerta.

Los padres, aquellos hombres que nos quieren, nos cuidan y nos protegen, Ja! creo que otra vez soy la excepción. Para mí un padre nunca ha sido el ídolo que toda niña tiene, aquel al que admira más que a cualquier súper héroe, no, para mí siempre fue aquel idiota que me trataba mal, que me humillaba y me hacía sentir menos, que me golpeaba e insultaba al igual que mi madre. ¿Qué puede ser de mí viviendo con este par de locos? La respuesta es sencilla: convertirte en una loca.

Creo que debía decirles aquello para que intentaran entender el por qué ahora estoy aquí, tras estas rejas, sin recibir la visita de nadie, pero, ¿quién los necesita? Supongo que ahora se estarán preguntando, ¿quién es esta loca? y ¿por qué dice todo esto? Me presento, soy Chloe, tengo 18 años y dos semanas atrás, mi vida seguía siendo la misma porquería de siempre, hasta que decidí que eso cambiaría, ahora soy feliz. Lo sé, a muchos puede sonarles extraño lo que estoy diciendo, pero es la verdad, jamás había sentido tanta felicidad y paz en mi vida como en este momento...aunque pensándolo bien, hay una fecha que mejora con creces esto, y fue exactamente el día en que maté a mis padres.

Seguramente en este momento ustedes se encuentres con una cara de asombro, ¿no se lo esperaban? ¿O sí?; Si alguien me hubiera dicho que yo tendría las agallas para matar a ese par de idiotas que se hacían llamar "padres", no lo hubiera creído, porque vamos, soy una adolescente todavía, mi vida siempre ha dependido de esos dos seres despreciables, y yo no podía hacer nada al respecto, más que callar, obedecer y aguantar los golpes.

¿Saben?, ahora que lo pienso mejor, estoy entendiendo el motivo que me llevó a acabar con la vida de esos miserables. Acabaron con mi paciencia, todo el mundo tiene un límite, y yo sobrepasé el mío, cada maldito día desde que cumplí los diez años, mi vida se basó en gritos, golpes y humillaciones. En toda esa época de mi niñez, y hasta que cumplí los 15 años, siempre me preguntaba el motivo por el que ellos eran así conmigo, pero no lo entendía, yo era su única hija, y me trataban tan mal, muchas veces ni siquiera me daban de comer.

Cuando cumplí mis 15, dejé de pensar en el ¿Por qué? y tan solo me limite a aguantar, golpe tras golpe, grito tras grito, todo se volvió de lo más normal para mí, las humillaciones eran el pan de cada día y no había un maldito día en el que me dejaran en paz. Pero todo terminó el día de mi cumpleaños. ¿Quieren saber cómo pasó?, ¿No?, pues igual se los diré.

Era un día normal, como cualquier otro en mi tormentosa vida, me levanté, me duché y me cambié, bajé a la cocina y ahí estaban mis padres, por lo que preferí salir de la casa y no desayunar, pero no todo en esta vida es tan fácil, pues cuando me giré para salir de ahí, una cuchara impactó en mi cabeza. Sí, como lo oyen, ¡UNA MALDITA CUCHARA!, por aquel golpe supuse que fue mi queridísima madre (nótese el sarcasmo), ¿Cómo lo supe? Fácil, es la única tonta que me lanzaba cualquier cosa que estuviera a su alcance, a lo largo de estos años han sido, la tapa de la olla, la escoba, el salero, la salsa de tomate, un cuchillo, tenedores, la plancha de la ropa (por suerte esa vez no estaba prendida), una taza, una manzana, etc. Sé que suena ha inventado, pero no es así, esa mujer estaba tan demente, que cualquier cosa servía para golpearme. En ese sentido mi "padre" era un poco más racional, pues me golpeaba con la mano o con la correa.

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