Thanks for Everything (Flippy/FliqpyxFlaky)

*Introducción* Así en la tierra cómo en el cielo...

Corría y corría de casa en casa buscando a alguna persona adulta. Ella solo despertó en su cómoda cama esperando ver a su Tía haciendo el desayuno diciéndole su típico "Buenos días" mientras le regalaba una cálida sonrisa, mas sin embargo lo primero que encontró fue la cocina vacía y con las luces apagadas. Ella pensó que estaría en alguna otra parte de la casa, más sin embargo, nunca la encontró.

Desesperada, decidió buscar a su vecina de al lado (quien tenía un pequeño hijo de 8 años que solía jugar a veces con ella). Cuando llego se encontró la sorpresa de que la puerta estaba abierta, y sin rastro de ellos.

Luego se dio cuenta de que no había nadie caminando, o tan siquiera manejando. Busco en algunas casas de otros vecinos, pero siempre obtenía la misma respuesta.

Y bueno, ahora nos encontramos en la situación actual; Corriendo y corriendo con la esperanza de encontrar alguna persona que la ayudara, que la consolara, que le dijera que todo estará bien...

Que la protegiera...

Y bien, aunque ella solo tenía 11 años, estaba consiente de que la razón de que todo el mundo desapareciese pudo haber sido causa de la guerra; que algunos soldados del bando enemigo los hayan raptado o peor aun, asesinado...

Sacudió su cabeza de un lado a otro, quitando algún rastro de ese pensamiento tan feo. Ella quería confiar que todos estaban vivos, o por lo menos que alguien importante para ella.

Tenía miedo, mucho miedo...

Estaba a punto de perder la cordura. Las lagrimas demandaban ser liberadas de sus ojos, empezaba a sentir el como su cuerpo temblaba y su mente se imaginaba las miles de maneras en las que pueden estar todos sus seres queridos; Su tía, la vecina y su pequeño hijo de 8 años, los amigos de la escuela, el señor de la heladería, los soldados, el señor Flippy...

Espera, el señor Flippy... ¡Eso es!

A paso veloz mientras trataba de retener las lagrimas, se dirigió a buscar al soldado más fuerte y temido de todos los soldados, aparte de inmortal (a los ojos de ella). Estaba corriendo y corriendo hasta que paro bruscamente.

¿Dónde se encontraba el cuartel de los soldados?

Ella solo recordaba un poco, pues cuando acompañaba a su tía a su trabajo atendiendo a los soldados lastimados, se detenía a ver el paisaje por la ventana de su auto, más nunca le prestó atención al recorrido hacía ahí. Solo recordaba que cruzaban el bosque. Tragando un poco de saliva, se encamino a el único bosque que había en toda la ciudad.

Corría sin mirar atrás, solo concentrada en el camino mientras las lagrimas le salían a mares de los ojos. Necesitaba encontrar a la persona que confía plenamente el que esté sano y salvo. No podía evitar pensar que aunque sea el hombre más fuerte de la tierra, pudiese estar muerto en algún lugar de este cruel mundo. Y aunque le doliera pensar el que él probablemente no esté, algo dentro de ella sabía que eso es mentira. Tal vez era una superstición, o probablemente su sexto sentido. Sin darse cuenta ya estaba llena de rasguños por todo su cuerpo, uno que otro moretón por no haberse fijado por donde iba y golpeándose con arboles y rocas, al igual que no recordaba que seguía en piyama (que igualmente estaba un poco rota).

A lo lejos visualizó una nube negra en el cielo, y se espero lo peor. Solo un poco más y pudo llegar al cuartel, y un nudo se le formó en la garganta.

Todo el cuartel estaba destruido y en llamas, algunos cuerpos de soldados y mujeres enfermeras estaban tirados en el suelo llenos de sangre, y unos que otros cuerpos no tenían brazos, piernas, hasta cabeza. El lugar era el peor panorama para una niña inocente de 11 años. Cuando se salió del shock, cayó de rodillas al pasto y comenzó a llorar fuerte, pues a pesar de que estaba ahí para encontrar al señor Flippy, los demás soldados también eran sus más preciados amigos, casi como su familia.