¿Qué pasó un año antes de que Luna llegara a Buenos Aires?
Un año antes de que la historia comenzara todo era muy diferente a lo que nosotros conocemos.
Amor, peleas, amistades, drama y más drama... ¿Quieres saber cómo era todo un año atrás?
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Jazmín
Sin duda no había nada peor que regresar a clases, mucho menos después de las fiestas navideñas, especialmente porque los profesores parecían olvidarse que esa debía de ser una época de descanso y por algún motivo que no entendía a todos se les ocurría asignar trabajos, trabajos que claramente no había hecho, y es que, con tantas compras, fiestas y viajes, ¿quién podía tener tiempo para las aburridas tareas?
No obstante, no tenía más remedio que hacerlas pues estaba segura que mis padres me acortarían mi mesada si volvía a presentar otro recuperatorio y el dinero que me daban ya de por si era una miseria para mantenerme a la par de la moda.
Todo sería más fácil si tuviera a Ámbar o Delfi para ayudarme, pero al no estar más Ámbar con Matteo, Delfi se había vuelto la nueva compañera de asiento de Ámbar y eso me dejaba completamente sola, o bueno, lo hizo hasta que aquella voz captó mi atención sin previo aviso.
???: Hola... ¿Este asiento está ocupado?
Alcé la mirada y fue entonces que mis ojos se unieron con sus perfectos marrones, su cabello ligeramente despeinado y aquellos perfectos labios curveados en una sonrisa.
???: -negué- ¿Puedo sentarme? Jazmín: ¡Obvio! -grité emocionada- No, digo, sí, que sí, sí podés sentarte. ???: Está bien -dijo riendo para tomar asiento a mi lado- Soy Diego... ¿Vos? Jazmín: Jazmín. Diego: ¿Jazmín? Qué lindo nombre. Jazmín: Que lindo vos -solté sin poder evitarlo- No, q-que lindo tu nombre... El nombre. Diego: -rió una vez más- Bueno, gracias. Jazmín: ¿Es tu primer día en el Blake? Diego: Sí, recién llego a la ciudad y bueno, es mi primer día en este colegio...
Su mirada se desvió por un segundo de mis ojos para pasar a mi cuaderno que se hallaba sobre el escritorio, antes de que estos regresaran una vez más a mí.
Diego: ¿Esos son problemas de física? Jazmín: Sí -bufé- Y la verdad que no les entiendo nada. Diego: ¿De verdad?... ¿Puedo? -preguntó señalando mi cuaderno- Jazmín: Sí. Diego: -luego de observar unos cuantos segundos un problema me miró sonriente- Pero si esto es algo muy básico. Jazmín: Lo sé, pero no entiendo el tema, o bueno, ningún tema... Todo lo que tenga que ver con números no es lo mío, pero pregúntame de diseñadores o de maquillaje que de eso soy experta. Diego: -rió- Si querés te puedo ayudar. Jazmín: ¿De verdad? Diego: Sí, obvio, a mí me encanta la física y la matemática, y no tengo problema... Jazmín: Eso sería increíble.
Sonreí y Diego comenzó a explicarme todo el tema, sin embargo, apenas y podía concentrarme, era tan lindo que me era imposible procesar sus palabras, pero, de algún modo lo logré hacer, pues al cabo de un rato ya había logrado responder la mayoría de esos ejercicios, e incluso algunos por cuenta propia.
