Uno.

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"Volveré el siguiente verano, lo juro por el río Estigio." 

Eso fue lo último que dije antes de partir de la colina mestiza, mamá y papá me esperaban en el auto para dirigirnos hacia el aeropuerto de New York.

Ahora estoy enfrente de una casa estilo victoriana, en un pueblucho llamado Beacon Hills.

"Te veo afligida amor" la voz de papá me saca de mis pensamientos. "¿Sucede algo?" Sus iris azules parecen querer perforar mi mente y ver que es lo que escondo. 

De pronto el recuerdo de la profecía viene a mi y mi piel se eriza.

"Nada de lo que deban preocuparse, sólo extraño el campamento y a los chicos." Me excuso rápidamente. 

Aunque se que el no me creyó, pero tengo la esperanza de que deje el tema de lado.

"Muy bien, vamos a instalarnos. Riley, cariño tus cosas ya están en tu nueva habitación."

Mi mamá, al igual que papá y yo también era una semidios, ella es hija de Afrodita, diosa de el amor y la belleza. Mi madre es hermosa, su cabello es de un negro tan profundo como la noche misma, al igual que el mío, tiene unos ojos azules parecidos a zafiros, y era tan amable y dulce con todo ser vivo.

A diferencia de papá, el era un rubio alto, no era ni muy musculoso ni muy flaco, sus ojos azules te intimidaban. Él es un hijo de Apolo, dios de el sol, la música y la medicina. Él es doctor, es cirujano de no se que cosa, y justamente por su trabajo estamos aquí.

Según lo que oí decir a papá es que Beacon Hills es uno de los pueblos con más misterios que habitantes, cientos de muertes inexplicables pasaron aquí, y sucesos rarisimos.

Ellos no son un problema. Yo lo soy.

Stiles.

"¡STILES, LEVANTA AHORA MISMO TU ESCUALIDO TRASERO Y VEN AQUÍ AHORA MISMO!"

Mierda, mierda, mierda...

"¡Ya voy papá!" 

A ver, ¿camiseta?, listo. ¿Pantalones?, listo. ¿Mi sudadera favorita?, listo. ¿Celular?, listo. ¿Mochila?, listo. ¿Llaves?, listo. ¿Zapatillas?

Miro a mis pies y sólo tengo calcetines puestos, joder.

Empiezo a revólver todo en mi habitación buscando los dichosos calzados, abajo de la cama, sobre la cama, adentro del armario, atrás de la puerta y justo cuando voy a rendirme, ¡BINGO! las encuentro a un lado del calefactor en el que suelo encadenar a Scott en las lunas llenas.

En un récord de segundos estoy en la cocina, papá me ve seriamente y sobre la barra está mi desayuno. Cereales con leche.

"Stiles, no puedo estar esperándote hasta la hora que tu quieras. El Jeep está en el taller y debo transportarte, porque eres un vago y no eres capaz de caminar." Empieza a reprenderme mientras me estaba atragantando con el desayuno gourmet que me preparó. ¿Sarcasmo? No, yo jamás haría eso.

"Lo se, y lo siento. Estuve hasta muy tarde anoche con un trabajo para Harris y no escuché el despertador hoy, no volverá a pasar." Claro que volverá a pasar.

"Está bien hijo, ahora apresurate, que debo ir a la comisaría y dejarte de camino." Después de lavar lo que ocupé, salimos de casa rumbo a la patrulla.

Justo en frente de casa, está un camión de mudanzas.

"Genial, vecinos nuevos." Escuché decir a papá, pero estaba muy ocupado viendo las clases de muebles que tenían, escuché por ahí que puedes tener una idea de las personas si ves sus muebles.

Si eso es cierto, los nuevos vecinos son unos snobs.

Ya dentro de la patrulla, en el espejo retrovisor veo bajar de un auto lujoso a los que supongo son los vecinos nuevos, una mujer de no más de 1,75 cabello negro y ojos azules, a su lado se posa un hombre rubio un poco más alto que ella, y luego baja una chica que tendria mi edad, está de espaldas asi que lo unico que veo es su cabello negro, debe ser hija de ellos.

Olvido el tema de los vecinos y me concentro en la música que sale de mis auriculares que acabo de colocarme, espero que Scott ya esté ahí.

Riley 

"Puedes mentirle a tu padre, pero a mi no." Mamá entra en la que es mi nueva habitación.

"No mentí, de verdad extraño a los chicos." En parte era sierto.

"Quiron me llamó ayer." Maldito caballo viejo. "Me dijo sobre la profecía. ¿Es eso lo que te preocupa?" Su mirada se suaviza mientras espera una respuesta de mi parte.

"Si y no. Porque no puedo detener a una profecía, es mi destino, sólo que aún no la entiendo." Le explico . "Según ella, yo encontraré al héroe que camina entre bestias, pero que la travesía me llevará a él/ella."

"Créeme mi cielo, lo encontrarás." 

Y bueno, este es el primer capítulo de ésta novela. Estoy emocionada con este pequeño proyecto, aún falta saber quien es el padre divino de Riley😏😏😏

《El hijo de la sabiduría》Stiles Stilinski Donde viven las historias. Descúbrelo ahora