Tercera Parte. {1/3}

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El restaurante estaba repleto de personas vestidas formalmente, _______ sintió un nudo en la boca del estomago mientras entraba, técnicamente arrastrada por Kat, sintió el golpe de la traición al mirar la sonrisa de su amiga ante la tristeza de ella.

No quería estar ahí, presentía lo que pasaría y sabía que se le rompería el corazón.

Su mirada cayó en el pastel que se encontraba en el fondo del restaurante y su nudo en el estomago se apretó aun más.

No pasaría…Justin no se comprometería, no frente a ella ¿o sí?

Se sentía *beep* con aquel vestido verde oscuro, se lo había puesto est/úpidamente para que Justin le dijese que sus ojos se veían preciosamente dorados, felinos les decía él.

Pero ahora no quería resaltar, no quería que nadie la viera, quería ser invisible y su mirada volvió a caer en aquel pastel y casi gimió como un cachorrito herido.

Que mie/rda…

Giro su cabeza y clavo los tacones de sus zapatillas en el suelo, mientras sus ojos se abrían con incredulidad.

¡No podía ser!

Hija de pu/ta.

Todo razonamiento se borro de su mente cuando miro a la rubia de la noche anterior, entrecerró los ojos clavándolos en ella, Lucy…—el nombre fue como un susurro en su mente.

Ella reía alegremente mientras conversaba con la madre de Justin, los celos la golpearon a tal punto que jamás, jamás en su vida creyó que celaría tanto a la madre de Justin.

Que Lucy no tuviera un contusión justo ahora era prueba del escaso control que _______ tenía, su deseo hubiera sido quitarse la zapatilla lanzarla con toda su fuerza contra la cabeza de la rubia, las rubias son huecas, pensó, y tan pronto como lo pensó se arrepintió al recordarse que ella tenía amigas rubias muy inteligentes.

Pero, agrego obstinada, eso no quería decir que esta fuera inteligente.

Ni siquiera era natural, ahí muy claro se notaba la raíz negra que tenía, agrego con veneno.

—Si no quitas esa cara, todo mundo pensara que estas estreñida—le murmuro Kat.

Se sintió más herida al ver que Kate parecía disfrutar de su situación.

—Estoy estreñida—le susurro colérica—Me estriñe la idea de no poder estampar mi zapatilla en su cabeza y…

—No te atrevas a hacer nada esta noche _______ —la amenazo—Iré por unas margaritas las necesitamos—le dijo extrañamente temblorosa.

Con una mueca y un movimiento de muñeca _______ la observo irse durante tres segundos y regreso al escrutinio de la bruja de narnia.

—Ese es un bonito apodo—farfulló.

Habían venido en su camioneta y ella tenía las llaves, miro la puerta con añoranza.

—Te estás divirtiendo—susurraron en su oído.

Siento más deseos de que me saquen una muela.

—Sí—escupió a fuerzas—Muy bonita tu fiesta—farfullo agria—Y ni hablemos de la novia luce bellísima—mintió descaradamente—Quizás si se opera las arruguita que tiene en la frente y retoca su tinte y fuera un poco más alta —trato de detenerse pero las “y” continuaron saliendo de sus labios—…y una liposucción le caería de perlas—de acuerdo se iría al infierno y esa mujer moriría si adelgazaba un poco más, diablos si hasta verla la hacía sentir gorda.

Estaba tan concentrada dictando su lista de inconformidades, que no noto la mirada risueña que se pintaba en el rostro de Justin.

—¿Tú crees? —le susurro aun tras ella.

Ella es tan Dulce. {OneShot}Adaptada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora