La derrota.

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—¿Cómo? ¿No van a poder venir?—
—No... Verás chica enfermera, a ninguna le gusta recordar ésto sobre Naomi, y...—

Se escuchó una voz de fondo, una voz femenina la cuál también se escuchaba aniñada, de repente unas risitas se escucharon en el fondo, la única que no reía era Alice.

—Y...Ahm...—Se aclaró la voz—Me dicen que ''Les da flojera'', así que lo siento, podría tratar de convencerlas pero...—De nuevo se escucharon voces de fondo, ahora un poco más cerca, se escuchaba la voz de un niño—Convencerlos, yo soy hombre Alice—de nuevo se escuchó la voz de Alice—Tu también cuentas como niña amiguis—Risas de nuevo, ahora quien no reía era el chico—Y, bueno, lo siento, pero si algo llega a pasar de que cambien de opinión, le llamaré—

*Click*
De nuevo la niña colgó antes.

Paulina se quedó pensando un rato en la mesa, no le importaba ahorita qué hora era, ni siquiera se le vino a la mente que llegaría tarde con Naomi, estaba reflexionando sobre sus acciones, sobre lo tonta que había sido al haber apostado, se supone que no debía hacer juegos tontos con Naomi sobre su trabajo, había actuado de forma irresponsable, y ese era un claro ejemplo sobre por qué ella no era como los demás querían, más lanzada y descuidada, porque siempre que hacía algo fuera de lugar, por más pequeño que fuera, salía perdiendo, literal.

Se tomó de la sien un momento quitándose los lentes y le dio el último sorbo a su café, ordenó sus cosas en su portapapeles y se colocó de nuevo los lentes, tiró el vaso al bote de la basura desde su lugar de un tiro largo, se levantó tomando sus cosas y comenzó a caminar fuera de la cafetería notando que ya no había casi nadie en ella, sólo dos psiquiatras y personal de limpieza hablando.

Caminó hacia el cuarto de camisas de fuerza para los pacientes y sacó el de Naomi, puesto que por su progreso ahora la dejaban dormir sin ella, pero de todas formas cuando despertaba tenían que ponérsela de nuevo, y ese era el trabajo de Paulina.

Se encaminó a paso lento a la celda de Naomi a pesar de que sabía que iba atrasada por cinco minutos, mirando a las personas que de repente pasaban a un lado de ella sin darse cuenta, estaba totalmente distraída en sus pensamientos sobre ¿Qué haría? ¿Le mentiría a Naomi? ¿O aceptaría su derrota y le diría la verdad?.

Cuando estaba a punto de llegar a la celda de Naomi, mantuvo la vista en sus apuntes para fingir que estaba leyéndolos y evitar la mirada de Naomi, ocasionando que chocara un poco contra la puerta de la celda. Escuchó una pequeña risa proveniente de su futura ex-paciente, hizo en blanco los ojos y abrió con la llave, la cuál miró un poco sabiendo que muy pronto le pertenecería a la nueva doctora Itiel, suspiró y entró cerrando de nuevo para tomar coraje y levantar la mirada hacia su paciente, quien yacía sentada en su cama con una sonrisita de diablito.

—Nueve minutos tarde, ¿Querías evitarme o algo por el estilo? ¿Por qué será?—

Paulina suspiró y trató de fingir sonriendo de forma fructuosa acercándose a Naomi para ponerle la camisa de fuerzas, quien no replicó y se dejó poner la camisa poniendo de su parte estirando los brazos y sin moverse cuando la aseguraba, Paulina la miró, y extrañamente Naomi sonreía de oreja a oreja.

—Eh tia, que se te olvida mi medicina—

Dijo Naomi haciendo que Paulina mirara el reloj para ver la hora, checando que eran las 7:12am, aún faltaban tres minutos para la medicina de Naomi.

—Noup, aún falta para que te toque, dime, ¿Qué quieres de desayunar? ¿O te doy la medicina sola?—
—Quiero huevo con tocino y un jugo de naranja, ponle la medicina al jugo—
—Ni modo que al huevo—
—Se te hace taardeee... —

Paulina soltó una risa al igual que Naomi, se encaminó a la puerta y la abrió cerrándola de nuevo detrás de ella yendo a la cocina del lugar la cuál estaba justo al lado de la cafetería, se adentró y comenzó a hacer los huevos con tocino de forma rápida y sólo tomó un empaque de jugo de naranja vaciando lo que quedaba de éste en el vaso en el que Naomi acostumbraba a tomar agua, puso la cantidad de la medicina que correspondía en el jugo y con una cuchara de té la revolvió para que se disolviera con el sabor del jugo.

Tomó el desayuno de Naomi y se dirigió de nuevo a su cuarto-celda, en el camino pudo divisar que un tipo la miraba, pero simplemente le sonrió para ser educada, el chico le devolvió la sonrisa y se fue, "Qué momento más incómodo" pensó.

Al llegar dejó el jugo en el suelo por un momento para abrir la puerta, recogiéndolo y entrando. Puso el desayuno de Naomi a su lado y volvió a cerrar la puerta de la celda;
se acercó a la camisa de fuerzas de y se dispuso a quitársela por un momento mientras comía.

—Oye, acerca de la apuesta... —Comenzó a decir Paulina mirando hacia abajo y tomando su portapapeles con fuerza entre sus manos—Tú ganaste... No vendrán—
—Te lo dije, pero no me quisiste hacer caso y éstas son las consecuencias, ahora tendrás que cumplir con tu palabra y dejarme al cuidado de la nueva, bye-bye—Decía Naomi con una sonrisita.

Paulina suspiró, lo que ella decía era cierto, por hacer más caso a su orgullo ahora tenía que abstenerse a las consecuencias.
Sólo le quedaba terminar ese día con Naomi para ir a la oficina del Sr. Ricardo y pedir que alguien más cuidara de Naomi.

Y eso sería todo.

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⏰ Última actualización: Sep 24, 2017 ⏰

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