Derek.
—Anda, Stiles. Ve a casa, tú padre estará bien.—le dice Melissa acariciando su cabello.
—Vamos, Stiles. Te llevo a casa.—le digo tomándole de la mano. De todos modos sería yo el que lo llevaría a casa, ya que él no trae su Jeep y aparte yo lo he traído.
—Quiero estar aquí para cuando despierte.—vuelve a decir mirando a su padre en la camilla.—Por favor...
Miro a Melissa buscando una respuesta y ella asiente con una sonrisa apareciendo en sus labios. Le da un beso en la sien a Stiles y sale de la habitación.
—Gracias, por... estar conmigo.—murmura aún sin apartar la mirada de su padre.
Acaricio su mano con mi pulgar para después entrelazar mi mano con la suya y darle un leve apretón en la misma para darle a entender que yo siempre estaría ahí con él.—Iré por un café, ¿Quieres uno?—él asiente regalándome una tímida sonrisa.
Salgo de la habitación y me dirijo a la cafetería. Hemos estado aquí por unas cuantas horas, no sé exactamente cuántas y desde que le permitieron visitas al sheriff, Stiles no se ha apartado de su lado, se ha negado ir a casa por lo menos cinco veces, incluso no se fue de la habitación cuando una enfermera le pidió que saliera para revisar su estado; la enfermera le dijo que si no se iba tendría que llamar a seguridad, y eso para mí ya es una exageración, pero no me meto con las órdenes de dan, pero claramente Stiles no es yo y él sí se mete con las órdenes que dan; él dijo que nadie lograría que saliera de ahí y que aunque trajeran a seguridad él no se iría. Cuando Stiles se propone algo no hay nada ni nadie que se lo saque de la cabeza y esa es una de las cosas que más me gustan de él.
Preparo ambos cafés y regreso a la habitación donde yace el sherrif. Cuando entro lo están revisando de nuevo y Stiles está en una de las esquinas de la habitación mordiéndose el dedo pulgar para calmar sus nervios, me acerco a él y le tiendo el café. Él me mira y sus ojos se ven cristalinos, entonces me doy cuenta de que algo pasó cuando fui por el café.
—Gracias...—susurra débilmente tomando el café entre sus dedos.
—¿Qué ha pasado?—le pregunto cautelosamente dándole un sorbo a mi café.
—No lo sé, Derek.—niega lentamente con la cabeza y traga con fuerza.—Simplemente comenzó a sonar algo de ahí y...—fue bajando el sonido de su voz hasta convertirse en un murmullo sin sentido. Se acerca a mí en busca de refugio y lo rodeo con mis brazos apretándolo contra mi cuerpo.
—Tranquilo, cariño. Todo estará bien.—le susurro para después dejar un beso en su cabello dando pasadas largas y lentas con mi mano por su brazo.
—Te quiero...—masculla acurrucándose más contra mi pecho.
Sigo con los movimientos en su brazo hasta que la última enfermera que se encuentra ahí se va; fue entonces cuando Stiles se separa de mí lentamente y se acerca a su padre con pasos vacilantes, ya que éste ya ha despertado.
—Papá...—se sienta en la silla que está junto a la camilla y toma su mano para después apretarla débilmente. Él recibe un "Hum.." Como respuesta así que prosigue hablando.—, nunca más vuelva a asustarme de ésta manera, ¿Me escuchó? Porque no sé qué haría si...
—Stiles...—lo interrumpe el sheriff posando su mano por el cabello de Stiles.—Todo está bien, estoy bien.
—¿Me escuchó?—repitió limpiándose una lagrima que había salido.—Si una bala va para mí, no se interponga. Deje que me toque a mí.
Aprieto la mandíbula al escuchar esas palabras y tengo que morderme la lengua para no meterme en su conversación, porque yo me derrumbaría si algo le llegase a pasar a Stiles; no puedo volver a perder a alguien tan importante para mí, no lo soportaría y menos de la misma manera. Me limito a beber lo último que queda en el vaso de poliestireno y ha observar de soslayo a Stiles y al Sheriff, ignorando de lo que están hablando ya que no quiero que piensen que soy un cotilla. Me acerco a la ventana y hago a un lado la cortina para mirar hacia el cielo; se ven las nubes grises y uno que otro destello de luz por el cielo. Va a llover.
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Me gustas... Stiles [Sterek]
FanficDerek cree que el cariño que siente hacia Stiles es de amigos pero todo cambia cuando una chica se acerca a él para preguntarle sobre Stiles. Con eso llegan los celos, la decepción y las peleas, pero no todo es gris, habrá momentos felices, incomodo...