Capítulo 31 (CAPÍTULO FINAL)
¿El mito del ramo?
Podía estar besando a Julián toda la vida y le hubiese gustado pensar que tenían el tiempo para quedarse en su cama abrazados todo el día pero no, ella debía salir pronto antes que la histérica de Jeanne la empezara a llenar de llamadas para ir al salón, y después a su casa para empezar a vestirse para "el gran día".
Le dio un profundo beso a su novio y rodó sobre las sabanas para sentarse en el borde de la cama. Estaba tanteando el mueble en busca de sus lentes cuando los labios de Julián acariciaron su hombro derecho y subieron hasta su cuello, con una mano él le tomó el rostro para besarla nuevamente. Lo sintió con la intención de volver a tumbarla sobre la cama y hacerle el amor pero a pesar que su cuerpo estaba empezando a reclamarle por esa necesidad decidió apartarse.
—Mañana tendremos todo el día para nosotros —le dijo entre un beso—. Por ahora me tengo que ir y tú también.
Julián gruñó y volvió a besarle el cuello.
—Que Matt entre solo en histeria, él se casa, yo aún no —murmuró contra su oreja.
—Te comprometiste a ayudarlo —rio por las cosquillas que le provocaba los besos de su novio—. No me vayas a hacer marca que el vestido me deja justo este hombro al descubierto.
—Yo le dije que lo ayudaba en la despedida de soltero pero no es mi culpa que el amargado no quisiera hacer nada divertido —refunfuñó—. A mí que me importa ayudarlo a vestirse y eso. Ni siquiera sé que tengo que hacer.
Encontró sus lentes gracias a que Julián le extendió con ellos. Se los colocó y volteó a su novio.
—Solo dale tu apoyo moral y probablemente nuestras condolencias —se carcajeó—. De cualquier forma yo sí debo ducharme ahora, que mi hermana me estará esperando para ir al salón. Se supone que ella debe verse hermosa, yo no.
—Tú siempre te ves hermosa y más cuando hacemos el amor.
Volteó y le dio una palmada en la frente poniéndose de pie. Se puso la camisa de Julián que arrojó al piso la noche anterior pero no la abotonó pues en un par de minutos entraría a la ducha. Caminó a un costado de la habitación para buscar ropa interior limpia en el armario de su novio, pues al pasar tanto tiempo con él decidió dejar algunos cambios de ropa en su casa. De igual manera él también tenía unos cuantos cambios de ropa en su departamento.
Habían llegado a una clase de acuerdo jamás pactado en donde al menos un día a la semana uno se quedaba en la casa del otro, si su novio se dormía en su departamento iba con todo y Nena y comida, muy importante la comida que era casi siempre la excusa perfecta. A pesar que no llevaba tanto viviendo sola le gustaba cuando él se aparecía en su puerta, no se sentía solitaria todo el tiempo pero tampoco se podía comparar una noche con ella y su cámara a una con su novio. Dormir entre besos y caricias eran de las cosas más hermosas de su vida.
Entró al baño dejando su ropa en el mueble que Julián había puesto fuera de la ducha. Acomodó la toalla y se quitó los lentes y la camisa. El baño de su novio era increíble, no había necesidad de mover una o dos perillas para regular la temperatura como en la mayoría de los baños, ese tenía una pantalla en donde se elegía la temperatura exacta y el agua empezaba a caer con solo presionar un botón alargado.
Odiaba no poder ver como las personas normales y batallar para elegir el champú. En su departamento ya conocía los compartimientos en donde acomodaba cada cosa pero ahí le costaba trabajo acostumbrarse por lo que se vio obligada a tantear las repisas y abrió dos botellas para oler e identificar si era el de su novio o el de ella. Es decir, no quería aclararse su cabello por accidente.
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¿Quieres ser mía? (JASN Libro #3)
Teen Fiction¿Jugamos a ser novios? Libro #3 ¿Quieres ser mía? ¿El último juego? Con los planes de la boda de su hermana mayor y su inicio como universitaria, Brenda se siente presionada como para continuar con su pasatiempo de paparazzi pero aun así no dejará d...